LEGANÉS (MADRID), 5 (EUROPA PRESS)
Los vecinos de las dos personas que aparecieron muertas en la localidad madrileña de Leganés, Santiago L.D., de 47 años, y su madre, Isabel D.A., de 73, aseguraron hoy que nunca protagonizaron altercado alguno y que ambos eran "muy amables" y "educados".
Madre e hijo residían "de toda la vida" en el número 9 de la calle Ampurdán, en el barrio de Zarzaquemada, donde anoche los vecinos del inmueble no escucharon ningún signo ni "gritos" que hiciesen predecir el desenlace en el piso octavo B.
El joven, según confirmaron los vecinos, "sufría depresión" por su situación laboral. Al parecer, conducía un taxi y "las cosas no iban como quería". Así lo aseguró una vecina, quien reveló que, hace dos días, intercambió una breve conversación con la fallecida.
"No comentó nada, sólo que estaba preocupada porque las cosas no iban nada bien con el taxi", explicó, tras reiterar que la familia "nunca había dado problemas".
Ambos compartían vivienda, después de que el padre falleciese hace años. La mujer fallecida -según otro vecino, Bernardo-, tenía un segundo hijo, casado y con residencia en una calle cercana, que fue quien alertó a la policía anoche tras repetidos intentos de contactar con los fallecidos.
La Policía Nacional halló esta madrugada los cadáveres de ambos, después de que los bomberos procediesen a abrir la puerta de acceso a la vivienda. Los agentes encontraron en el pasillo el cadáver de la mujer y tumbado en la cama, el de su hijo, ambos con heridas de arma blanca. Al lado del hombre, localizaron también un cuchillo con manchas de sangre.
Según las manifestaciones del hermano, Santiago padecía una enfermedad mental desde hacía tiempo y acudía regularmente a un centro psiquiátrico. De hecho, ayer tenía cita médica y no fue, según fuentes próximas a la investigación.