Hasta 300.000 euros de multa por no respetar el silencio en verano

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Europa Press Destino España
Actualizado: lunes, 7 agosto 2017 11:57


MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

Con las vacaciones de verano llegan toda clase de planes de ocio, desde las fiestas de vecinos hasta las terrazas, situaciones que pueden perturbar a aquellos que quieren descansar y llevan aparejadas multas que, según las ordenanzas vigentes, pueden ascender a 300.000 euros, según informa legalitas.com.

En España existen diferentes normativas a nivel municipal, nacional y europeo que regulan la gestión del ruido ambiental. "Cada ayuntamiento fijará los límites del ruido", afirma la compañía, a través de las ordenanzas municipales.

El límite de ruido depende de la zona en la que se genere, que puede ser industrial o residencial, o bien de la franja horaria en la que esté, que se divide entre la diurna y la nocturna --que comienzan a las 8.00 horas y las 22.00, respectivamente--.

En ciudades como Madrid, los límites pueden estar establecidos por el tipo de actividad: el límite será distinto dependiendo de si se trata de una mudanza o unas obras.

CÓMO ACTUAR ANTE UN VECINO RUIDOSO

Legalitas.com explica cómo actuar cuando un vecino se está pasando de ruidoso y recomienda, en primer lugar, acudir al domicilio del vecino en cuestión y explicarle de forma amistosa los problemas que está ocasionando.

"Si el problema afecta a más vecinos, o la persona que ocasiona los ruidos no cesa su actividad, podemos poner los hechos en conocimiento del presidente de la comunidad de propietarios y será este quien tenga que requerir de manera oficial al vecino que cese o disminuya los ruidos que produce", sugiere Legalitas.

Una vez llevados a cabo estos trámites, la junta de vecinos puede ya iniciar procedimiento judicial contra el vecino que ocasiona los ruidos, y para ello hay otra serie de pasos a seguir.

Para denunciar a los vecinos ruidosos, primero hay que probar que el ruido que están ocasionando es, efectivamente, molesto. Para ello es necesario medir el nivel de decibelios, con el objeto de poder demostrar que supera los decibelios máximos permitidos según el horario.

Para ello hay que solicitar una medición de ruidos, que realizará un perito o bien un agente de la policía. Los propios agentes serán los que abran un expediente sancionador al vecino, lo que puede derivar en una sanción económica.

LAS POSIBLES SANCIONES

Las consecuencias de generar ruido pueden llegar a ser muy caras, en función de factores como las circunstancias del responsable o la importancia del daño o deterioro causado.

El grado de daño o molestia causado a las personas, bienes o medio ambiente es también de relevancia, además de la intencionalidad o negligencia y la reincidencia y la participación.

Según estos factores, las infracciones leves pueden llegar a los 600 euros. Las graves, como por ejemplo la tipificada como "la superación de los valores límite que sean aplicables, cuando no se haya producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente ni se haya puesto en peligro grave la seguridad o la salud de las personas", acarrean una multa que podrá estar entre los 601 y los 12.000 euros.

Las infracciones muy graves son, por último, "la producción de contaminación acústica por encima de los valores límite establecidos en zonas de protección acústica especial y en zonas de situación acústica especial", así como "la superación de los valores límite que sean aplicables, cuando se haya producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente o se haya puesto en peligro grave la seguridad o la salud de las personas".

Este supuesto conlleva sanciones de hasta 300.000 euros.

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