MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El hotel propiedad del actor Robert de Niro situado en la isla de Barbuda ha sido prácticamente destruido por el huracán Irma, según confirmó el diario 'Daily News' que asegura que buena parte de los hoteles todo incluido de la zona han quedado totalmente destruidos así como numerosas casas de famosos.
Los daños totales que está el huracán Irma en su paso por El Caribe aún son difíciles de cuantificar. El ciclón-de categoría 5, el más potente del que se tenga registro en el océano Atlántico ha arrasado con buena parte de las turísticas islas de St.Thomas, St.Johns, Barbuda, St.Barth y ha provocado la muerte de al menos una decena de personas.
Uno de las zonas más afectadas es la isla de Barbuda, prácticamente con el 95% de su infraestructura devastada. Allí tenía su hotel 'Paradise Found Nobu' el actor Robert de Niro que compartía la propiedad junto con su socio el empresario del juego James Packler.
El hotel estaba construido donde antes se levantaba el K Club Resort, el refugio favorito de la Princesa Lady Di en los noventas, cuando quería descansar junto a sus hijos, lejos del alcance de los papparazis.
"Nos encontramos muy tristes por la devastación ocasionada por el huracán Irma en Barbuda, esperamos poder trabajar junto al equipo del Paradise Nobu Resort, el Consejo de Barbuda y con toda la comunidad de Barbuda para reconstruir lo que la naturaleza nos ha quitado", aseguró el actor ganador de dos Oscars.
POLÉMICA RENOVACIÓN.
La renovación de este hotel fue muy polémica hace un par de años. La propuesta de inversión de 250 millones de dólares (207 millones de euros) recibió el rechazo de la comunidad de la zona que en una votación popular rechazaron el proyecto del complejo turístico de lujo.
La legislación estipula que todo gran desarrollo en los terrenos puede realizarse con el consentimiento del Gabinete de Gobierno, el Consejo y el aval del pueblo.
El Gobierno autorizó la inversión ya que aseguraba que el actor estadounidense era un asiduo visitante del territorio caribeño y lo designó como enviado económico especial de su país.
Se encontró con la oposición del Movimiento del Pueblo que consideraba que esta concesión violaría la ley de Tierras de Barbuda que establece que las tierras de la isla deben pertenecer a sus nacionales.