BRUSELAS, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Parlamento Europeo ha dado este miércoles luz verde a la ratificación del acuerdo de diálogo político y cooperación que la Unión Europea ha sellado con Cuba, un acuerdo con el que el bloque aspira a normalizar las relaciones con La Habana y rompe con la Posición Común que condicionaba cualquier contacto a avances democráticos.
La posición favorable de la Eurocámara, redactada por la eurodiputada socialista Elena Valenciano, ha salido adelante con el voto a favor de 567 eurodiputados, 65 en contra y 31 abstenciones, en el pleno reunido en Estrasburgo (Francia).
Su entrada en vigor definitiva depende aún de que se cumpla el proceso de aprobación por parte de los parlamentos nacionales, si bien el apoyo de la Eurocámara permitirá la aplicación provisional del grueso del acuerdo, por ser disposiciones de competencia exclusiva de la UE.
La Unión Europea confía en que el nuevo marco jurídico e institucional que establece el acuerdo sirva para impulsar el diálogo, la cooperación económica, las relaciones comerciales y las reformas democráticas en la isla.
El acuerdo se estructura sobre tres pilares --diálogo político, cooperación y comercio-- e incluye una cláusula que permite su suspensión si se violan las disposiciones en materia de Derechos Humanos.
En materia comercial, el objetivo es ofrecer un marco más previsible y transparente para las empresas, pero no establece una zona de libre comercio no incluye la protección de las inversiones.
Los eurodiputados valoran el impulso a las relaciones bilaterales que permitirá este nuevo acuerdo, negociado entre 2014 y 2016, porque creen que contribuirá a "mejorar las condiciones de vida y los derechos sociales" de los cubanos.
La ratificación del acuerdo está acompañada por una resolución (487 votos a favor, 107 en contra y 79 abstenciones) que refuerza el mensaje en materia de Derechos Humanos, para atender la demanda de quienes abogaron por aprovechar la ocasión para reforzar el lenguaje democrático.
Así emplazan al régimen castrista a cumplir con los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos y a ratificar las convenciones de Naciones Unidas que no ha suscrito aún.
A pesar de que de la resolución ha decaído la llamada expresa al fin del bloqueo de Estados Unidos, el texto sí recoge que se oponen a "leyes y medidas con efecto extraterritorial" que puedan perjudicar a la población. Otra enmienda que ha prosperado alude a la falta de eficacia del diálogo en materia de Derechos Humanos.
La ponente de la posición de la Eurocámara, Elena Valenciano (PSOE), ha indicado que no comparte estos dos últimos cambios, pero que son el resultado de las mayorías en el Parlamento europeo, en alusión al voto de los 'populares' europeos, que pedían mayor firmeza en las reivindicaciones democráticas.
En una rueda de prensa posterior, Valenciano ha recalcado que el bloqueo norteamericano "solamente perjudica al pueblo cubano y, por su dimensión extraterritorial, a muchas empresas europeas".
También ha querido destacar que el texto vinculante es el que ratifica el acuerdo con Cuba y no la resolución que lo acompaña y que, en el primero, "se pone claramente sobre la mesa la necesidad de respetar los Derechos Humanos y la necesidad de avanzar".
La eurodiputado ha considerado que ese es un compromiso "fundamental" e "inédito" que demuestra el valor de la nueva relación creada con La Habana.
DIALOGAR Y ACOMPAÑAR LOS AVANCES
"Con el acuerdo ganaremos todos", ha celebrado Valenciano, quien ha recordado que la mayoría de los Estados miembros mantenían ya relaciones con La Habana de manera bilateral a pesar de la Posición Común de la UE, promovida en 1996 por el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar.
La Unión Europea es el "primer cliente y primer proveedor" de la isla y con este paso, ha valorado Valenciano, Cuba "deja de ser la excepción" y se suma al resto de países latinoamericanos y caribeños con los que la UE coopera.
Sobre las reformas económicas y democráticas que se piden a Cuba, Valenciano ha admitido que "hay muchas cosas que quisiéramos cambiar", pero que le corresponde a los cubanos impulsar ese cambio y decidir el camino a seguir.
"Lo que nos corresponde a nosotros es dialogar, cooperar desde la defensa de nuestros valores y tratando de entender al otro", ha añadido.
El Partido Popular Europeo también ha celebrado la ratificación de la Eurocámara, porque espera que las nuevas relaciones ayuden a Cuba a emprender "una transición democrática" y permitan "mejorar de manera significativa" la situación de los Derechos Humanos.
El eurodiputado 'popular' Luis de Grandes ha expresado, en este sentido, el llamamiento dirigido a las autoridades para que "abran un proceso democrático" que incluya el pleno respeto de los derechos fundamentales, incluidos la libertad de prensa y la libertad de expresión, de reunión y asociación, así como la "celebración de elecciones libres".
Para el eurodiputado de ICV Ernest Urtasun se trata de un "día histórico" que pone "punto y final a la inefable Posición Común de Aznar".
Los eurodiputados de Izquierda Unida, por su parte, han apoyado la ratificación del acuerdo porque supone dejar atrás la Posición Común, pero han votado en contra de la resolución que la acompaña, porque entienden que con ella la Eurocámara aspira a "tutelar" a Cuba para conducirla hacia una transición "neoliberal".
La resolución "parece que examina a Cuba", ha lamentado el eurodiputado de IU Javier Couso, para quien a pesar de los intentos de la UE y de Estados Unidos "Cuba mantiene su dignidad intacta".
