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ÁMSTERDAM, 19 Abr. (Reuters/EP) -
Países Bajos espera recibir a más que medio millón de visitantes extranjeros durante el fin de semana de Pascua, una cifra récord según la Oficina de Turismo del país, para disfrutar de los paisajes que ofrecen los cultivos de tulipanes holandeses a medida que comienzan a florecer de marzo al mes de mayo.
Su director, Jos Vranken, dijo que calcula que cada visitante gastará unos 300 euros, un gran impulso para la economía local. Muchos desean entrar a los museos y otros sitios patrimoniales holandeses, pero en abril, los cultivos de flores y el Parque Floral de Keukenhof lideran las listas "obligatorias" de atractivos para ver.
Aunque los amantes de las flores y de la fotografía que comparten sus imágenes en las redes sociales representan en sí mismos una publicidad gratuita para las compañías que comercian tulipanes no todo es un jardín de rosas. "Esto tiene un factor negativo", admite Vranken. "Los floricultores están detectando un creciente daño en sus campos porque los turistas entran a tomar fotos".
Turistas holandeses y extranjeros por igual han aprendido a usar los sitios web llamados "radares de flores" que identifican a los campos que están floreciendo, especialmente en el principal sitio conocido por el cultivo de bulbos llamado 'Bollenstreek', junto a la costa entre Haarlem y Leiden.
NO CAMINAR ENTRE LOS TULIPANES
Para minimizar su impacto, los bordes de los campos ahora están llenos de cercas y señales --impresos también en chino e inglés-- en los que puede leerse: "Disfrute las flores, respete nuestro motivo de orgullo".
Los avisos tratan de concienciar para que se tomen fotos al borde de un cultivo pero no se camine entre las flores para sacar mejores tomas pues arruina los bulbos.
En Creil, en el noroeste de Ámsterdam, una pequeña empresa ofrece la completa "experiencia del tulipán" con un área diseñada para tomar selfies, cientos de variedades de la flor, paseos en helicópteros, comidas y bebidas.
El tulipán es la flor nacional en Irán y Turquía, además de en los Países Bajos, donde su cultivo ha sido tradicionalmente importante desde hace más de cuatro siglos.
