Considera que la 'turismofobia' obedece a situaciones locales
MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Federación Española de Hostelería (FEHR) reclama un marco estatal que regule la oferta alojativa de viviendas vacacionales y "las ponga a contribuir de manera legal al esfuerzo fiscal y contributivo" que realizan todos los ciudadanos y empresas.
El secretario general de la FEHR, Emilio Gallego, denuncia en un artículo de opinión que las administraciones públicas españolas se encuentran en medio de "un cóctel de fragmentación y descoordinación que dificulta que se aborden las soluciones necesarias".
Por ello aboga porque se tomen medidas desde un marco estatal (Ley de arrendamientos urbanos, definición de actividades económicas en normas tributarias, y esquema de licencias, inspección y sanciones), para que las autonomías apliquen a su realidad concreta las normas y recursos disponibles.
Les insta así a ser proactivas en la definición de los modelos de sostenibilidad, en la generación de mayor valor y calidad en torno a la actividad turística y aportando recursos para el relanzamiento y regeneración del turismo.
LA TURISMOFOBIA NECESITA UN ANÁLISIS.
Gallego asegura que la actividad turística española "goza de buena salud" ya que genera riqueza y empleo de manera repartida por el territorio suponiendo un elemento "insustituible" en la estructura económica de un país como España.
Respecto a los ataques aislados a recursos turísticos registrados este verano, Gallego asegura que esta denominada 'turismofobia' obedece a situaciones locales sobre las que aún no se ha realizado una valoración, un análisis y un estudio suficientemente consistente como para poder abordar las medidas correctoras que solucionen los problemas.
Para la Federación, aunque se reconoce que una alta concentración de actividad humana o económica es susceptible de producir algún tipo de problema o "externalidad negativa", se considera necesario evaluar las tendencias y su evolución para poder corregir los posibles efectos negativos.
En este sentido apunta que los modelos aplicar no pueden ser homogéneos teniendo en cuenta que las diferencias turísticas de cada ciudad.
En conclusión para Gallego, España es un país "turismófilo", es decir que aprecia el turismo, no sólo por las décadas de prosperidad, empleo y desarrollo que ha aportado a España, sino porque en la mayor parte del territorio no se producen problemas de masificación o saturación, "siendo necesario por tanto seguir trabajando por mejorar la calidad y diversificar nuestro producto".
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