Actualizado 02/01/2010 18:25

'Desafío en Himalaya' llega a la cumbre

Jesús Calleja Himalaya
Cuatro


MADRID, 2 Ene. (OTR/PRESS) -

Tras cinco semanas de dura travesía, Jesús Calleja y sus montañeros novatos tienen ante sus ojos en ansiado Pico Sin Nombre, la cima que todos esperan alcanzar para convertirse en auténticos expertos de la montaña. Por el camino ya se ha quedado Silvia, obligada a abandonar la expedición por el riesgo de sufrir un edema pulmonar, y es posible que en estos últimos metros no todos consigan su objetivo. Pero a pesar de no llegar a la cima, todos habrán aprendido mucho: sobre la montaña, sobre la cultura tibetana y sobre ellos mismos. Sólo uno conseguirá ser el mejor, pero todos se llevarán el mismo premio a casa: una experiencia inolvidable.

En el último capítulo de esta última temporada (que Cuatro emite a partir de las 22.30 horas), Jesús Calleja ha llegado al campamento base del Pico sin Nombre. Le acompañan Miguel Ángel, Natalie, Jonathan, Lidia y Tolo, cinco de los seis montañeros novatos que emprendieron la aventura de escalar esta mole de más de 6.000 metros en el Himalaya indio. Silvia ha tenido que abandonar ante el riesgo de edema. La expedición tiene previsto atacar la cumbre en 48 horas, pero los acontecimientos se precipitan. Una llamada de Florenci Rey, el meteorólogo de Cuatro, les advierte de la llegada de un temporal. El monzón azota las zonas bajas de la India y llegará a las cotas altas del Himalaya en forma de gran tormenta. Jesús Calleja y los montañeros novatos disponen de un margen de 12 horas de buen tiempo para llegar a la cumbre. El objetivo fue siempre muy difícil pero ahora Calleja nos advierte: "Si no llegamos a la cumbre, comprendedlo".

El grupo de montañeros expertos termina de preparar las condiciones de escalada del último tramo, equipando con cuerdas la pared de hielo y roca. Ya no se pueden permitir ningún error. Van a compartir cordada y Jesús Calleja recuerda a uno de los novatos que en esa situación 'mi vida está en tus manos y la tuya en las mías'. Ya sólo queda decidir, a juicio de los expertos, quiénes tienen las aptitudes necesarias para la escalada final. Tendrán que resistir una ascensión de 9 horas, con el 50% de oxígeno, atravesando un glaciar lleno de grietas, y con un tramo final muy exigente. Si lo consiguen, habrán logrado algo más que una cumbre, se habrán demostrado a sí mismos de qué son capaces. Su vida ya no será la misma.

La cumbre del Pico sin Nombre los convertirá en montañeros, dejarán de ser aspiradoras como dice Calleja. Habrán aprendido mucho sobre la montaña, sobre la lejana cultura del pequeño Tíbet y sobre ellos mismos. Será muy complicado pero habrá de definir quién ha sido el mejor adaptado, el que ha demostrado más aptitudes para la escalada, la convivencia, la resistencia física y psicológica, el compañerismo. Sólo uno de ellos conseguirá la recompensa que aguarda al mejor adaptado: emprenderá con Jesús Calleja una nueva aventura en Desafío extremo.

La expedición se despedirá del Himalaya indio con un balance a su favor. Han recibido mucho de las gentes de estas tierras y no se irán sin dejar al menos su granito de arena. En el valle de Nubra, Jesús Calleja entregará una donación económica que permitirá la construcción de un centro de salud.