MADRID, 17 May. (OTR/PRESS) -
Soraya vuelve de Eurovisión sin el triunfo y en un precario lugar en el ranking de las canciones europeas. La cantante de 'La noche es para mí' no logró conquistar al público europeo, lo que la llevó a posicionarse en penúltimo lugar, con tan sólo 23 puntos otorgados por Andorra, Suiza, Portugal y Grecia.
Nada hacía presagiar que el orden de salida al escenario podría ser un vaticinio de lo que más tarde acontecería en la tradicional entrega de puntos: Soraya salió a cantar en último lugar y quedó penúltima en el ranking.
El preciado Micrófono de Cristal fue, finalmente, para el cantante y violinista Alexander Rybak, el noruego que partía como favorito desde el principio. El pabellón Olimpiski de Moscú fue testigo de un Festival de Eurovisión algo peculiar, pues este año se ha introducido un nuevo sistema de votación que combina la tradicional elección del público de cada país con la votación ejercida por el jurado en la gala. Esta fórmula mixta, precedida por la conexión por videoconferencia con dos astronautas de la Estación Espacial Internacional, presagiaba una noche más reñida en cuanto a su resultado final.
No obstante, Noruega se impuso claramente con 387 votos, seguido por Islandia y Azerbayán. Lejos del amargo sabor de boca que dejó la gala en la representante española, los asistentes pudieron disfrutar del espectáculo en vivo de los acróbatas del Circo del Sol y de la actuación del ruso Dima Baian, el ganador del Festival de 2008.
A pesar de la puesta en escena --Soraya llevaba un llamativo traje elaborado con pequeños cristales--, y de haber dado lo mejor de sí misma --actuó con su habitual fuerza y concluyó el espectáculo despareciendo en una especie de truco de magia--, la representante española no pudo dejar en mejor lugar a España y traerse consigo el triunfo en que tanto había confiado.
