M.Trabajan en la catalogación de los humedales generados en antiguas canteras de arcilla de Bailén

Actualizado: sábado, 7 abril 2012 13:45

BAILÉN, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Naturalista Artemisa de Bailén trabaja en la catalogación de los humedales generados en antiguas canteras de arcilla de este municipio jiennense, donde la fabricación de ladrillos ha sido una de sus principales actividades económicas hasta que la crisis de la construcción la frenó en seco.

Así lo ha señalado a Europa Press el presidente de este colectivo y coordinador de sus proyectos, Mariano Martínez Aguilar, quien ha explicado que la iniciativa surgió al percatarse de que estos espacios se habían "regenerado de forma natural" con vegetación palustre y daban cobijo a una importante fauna, sobre todo, aves acuáticas, anfibios y pequeños reptiles, algunas de cuyas especies están, incluso, protegidas.

"Como explotaciones mineras a cielo abierto que son, llega un momento en que no se pueden explotar más y entonces la ley obliga a su restauración. Algunas se taparon con tierra y en ellas se plantaron olivos, pero qué mejor restauración que la que hace la propia naturaleza", ha apuntado. A esas que ya no daban más de sí, se unieron también otras en las que el trajín para extraer arcilla dejó de serlo con la crisis del ladrillo.

En total, son unos 25 charcones, como los denominan en Bailén. Algunos tienen agua durante todo el año, mientras que otros son estacionales y se secan en determinadas épocas, pero, en cualquier caso, todos poseen un "importante valor ecológico" que la asociación quiere potenciar y proteger.

Por ello, desarrolla en la actualidad una primera fase de clasificación de estas lagunas, en la que analiza sus condiciones físicas y naturales, pero también su situación legal, dado que la mayor parte de estas canteras son privadas. Una vez cuenten con esa información, podrán dar el segundo paso: intentar que muchas de ellas se incluyan en el Catálogo Andaluz de Humedales y trabajar para su aprovechamiento tanto desde el punto de vista de la educación ambiental como por su posible atractivo turístico, al contar, por ejemplo, con un "gran interés ornitológico" que podría impulsarse con miradores.

Se trata de una labor en la que están especialmente implicados seis miembros de Artemisa, que por el momento descarta la posibilidad de activar algún tipo de voluntariado para ello. Por contra, sí ha contactado con el Ayuntamiento para que, una vez terminada la catalogación, pueda mediar con los propietarios si fuera necesario realizar alguna actuación.

En este sentido, el presidente del colectivo ha aludido también a la labor de concienciación para explicar el valor ecológico tanto a los dueños de estos espacios que, además, podrían ahorrar el coste de la restauración con esta regeneración espontánea, como a los ciudadanos, ya que los charcones no dejan de ser parte de la vida de Bailén.