Asegura que uno de sus únicos retos pendientes era bailar en España y que su actuación en Valladolid será la "más emotiva" de su carrera
VALLADOLID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La vallisoletana Arantxa Ochoa, bailarina principal del Pennsylvania Ballet, se despedirá definitivamente de los escenarios con el montaje 'Pas de Deux' que estrenará de manera absoluta el próximo mes de junio en el teatro Calderón de Valladolid.
Arropada por Francis Veyette, principal del Pennsylvania Ballet; Clara Blanco y Jaime García, solista y principal, respectivamente, del San Francisco Ballet; Yuri Yanowsky y Kathleen Breen, principales del Boston Ballet; Carlos Quenedit, solista del Ballet de San Francisco, y Katia Margarita Carranza, principal del Miami City Ballet, Ochoa dice adiós a los escenarios en la que, además, será su primera y última actuación en España.
"Al ser la primera vez y la última que voy a bailar en España quiero mostrar mi versatilidad como bailarina", ha destacado la bailarina en una entrevista concedida a Europa Press en la que reconoce que su carrera ha sido "maravillosa" debido, entre otros, a la posibilidad que ha tenido de trabajar con "grandes figuras" del mundo del ballet que le han llevado a vivir "experiencias inolvidables".
"Lo único que me faltaba por hacer era bailar en España y ese sueño lo he conseguido: esta gala va ser sin duda alguna la actuación más emotiva de toda mi carrera", ha reconocido la también miembro de la Red de Embajadores de Valladolid antes de matizar que su última actuación será en Philadelphia el 27 de octubre con 'Giselle'.
De su propuesta para Valladolid, Ochoa destaca la valía de los compañeros que la acompañarán los días 8 y 9 de junio en el escenario del teatro Calderón: se trata de tres parejas, además de la que ella forman con Francis Veyette, pertenecientes a "las mejores compañías" de Estados Unidos y entre quienes figuran varios bailarines españoles que desarrollan "importantes carreras" fuera de España.
La vallisoletana Clara Blanco, el madrileño Jaime Castilla o Yuri Yanowsky, nacido en Francia pero criado en España, protagonizarán una gala con un repertorio "variado" --Tchaikovsky, Arvo Pärt e Igor Stravinsky-- seleccionado con el fin de dar al público la oportunidad de ver algunos 'Pasos a Dos' que no se han bailado "nunca o muy poco" en un escenario español.
De este modo, se han reunido obras clásicas como el Paso a Dos de Cascanueces y Grand Pas Classique, obras virtuosas como el Paso a Dos de Diana y Acteón y neoclásicas como Apollo y Agón aunque su deseo, de haber sido posible, era más ambicioso.
SU DESEO: TRAER UN BALLET
"Por supuesto que si se hubiese podido me hubiese encantado bailar un ballet de tres actos, donde realmente puedes mostrar tus capacidades técnicas e interpretativas, pero al no haber podido ser así voy a bailar dos piezas completamente opuestas creadas por George Balanchine, uno de los coreógrafos más importantes del siglo XX", explica la bailarina.
A las creaciones de Balanchine se suman las coreografías basadas en temas de Tchaikovski y Agon Pas, "uno lírico y elegante y otro potente e impactante", que permitirán a los asistentes descubrir las mejores cualidades artísticas y técnicas de cada pareja.
Así, Carlos Quenedit, solista del San Francisco Ballet y Katia Carranza, principal del Miami City Ballet, bailan el paso a Dos de Diana y Acteón, caracterizado por su "bravura y virtuosismo", muy diferente de Cascanueces que bailan Clara Blanco y Jaime Castilla.
Con la vista puesta en su actuación en Valladolid y el adiós definitivo en Filadelfia, Arantxa Ochoa tiene claros sus proyectos para el futuro más allá de la práctica profesional de la danza.
"Siempre he deseado dedicarme a formar bailarines y compartir con ellos todo lo que he vivido y he aprendido a lo largo de mi carrera", recalca la bailarina vallisoletana antes de añadir que, en esta línea, acaban de ser nombrada profesora Principal de la Escuela del Pennsylvania Ballet.
"Voy a dedicarme plenamente a la enseñanza", confirma Ochoa, cuyo 'Pas de Deux' servirá para clausurar la temporada 2011/2012 del teatro Calderón de Valladolid, productor del montaje y que busca rendir homenaje a las últimas generaciones de bailarines españoles que, como confirma la vallisoletana, "han llegado a ocupar los puestos más relevantes en las más prestigiosas compañías del mundo de la danza".
