BARCELONA, 14 May. (EUROPA PRESS) - Con la toma de posesión, Catalunya volverá a tener un presidente de la Generalitat, cargo vacante desde el 27 de octubre de 2017, cuando el Gobierno central cesó a todo el Govern en aplicación del artículo 155 de la Constitución, que entró en vigor después de que el Parlament proclamara la República ese mismo día. Durante el debate de investidura, Torra ha expresado su determinación en seguir apostando por hacer de Catalunya "un Estado independiente en forma de república". Ha vuelto a pedir disculpas por los tuits y artículos del pasado que le ha criticado la oposición: "Me arrepiento, no volverá a ocurrir", y también ha asumido que el independentismo ha cometido errores, aunque no los ha detallado. Una de las novedades del discurso de este lunes respecto al del sábado es que ha cifrado en 16 las leyes catalanas aprobadas por el Parlament que su Govern querrá reimpulsar y que no están vigentes porque el TC las suspendió tras los recursos del Gobierno central. También se ha mostrado dispuesto a reunirse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, si éste le llama, pero le ha exigido que la negociación sea bilateral Generalitat-Estado: "De tú a tú". La líder de Cs en Catalunya, Inés Arrimadas, ha asegurado que la investidura de Torra como presidente acaba con la posibilidad de que Catalunya sea Estado: "Si alguna vez el independentismo pensaba que tenía alguna posibilidad de salirse con la suya, hoy la entierran con este señor". El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha insistido en que el Govern se desmarque del anterior y respete la ley: "Si para hacer república hay que empequeñecer la nación, no nos sirve; si hay que romper la unidad civil, será nefasta, y si hay que romper las leyes, acabará como el rosario de la aurora". El líder del PP catalán, Xavier García Albiol, ha advertido a Torra de que, si se salta la ley, el Gobierno central deberá volver a intervenir la autonomía catalana como ha hecho los últimos seis meses y ha concluido: "Está en sus manos". El líder de los comuns, Xavier Domènech, ha dirigido sus críticas a la bancada de ERC y la CUP, a quienes ha reprochado que, pese a considerarse fuerzas de izquierdas, con sus votos entregan la Presidencia a un exponente del "catalanismo conservador". El diputado de la CUP Carles Riera ha precisado que, aunque su grupo permita la investidura de Torra, no apoya al futuro Govern, y solo se ha abstenido como "estrategia antirrepresiva" frente al Estado; además, el grupo no ha aplaudido cuando se ha confirmado la investidura. Torra ha agradecido las abstenciones a la CUP y les ha prometido que seguirá la senda hacia la independencia: "Os hago un encargo: que os mantengáis alerta por si alguna vez caemos en la tentación del autonomismo. Levantad la bandera roja inmediatamente".