MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Semana Santa es una de las festividades religiosas más importantes del país y es seguida tanto por devotos, como por escépticos. Desde el Domingo de Ramos y hasta el Domingo de Resurrección las calles son invadidas por procesiones y representaciones e impregnadas de aromas a azahar e incienso, de fe y de religiosidad, de emociones y de cultura.
Declaradas de interés turístico internacional y nacional, puede elegir entre procesiones tan conocidas y espectaculares como las de Sevilla o Valladolid y otras mucho más originales y diferentes como la de Lorca (Murcia).
LA PASIÓN DE SEVILLA
La Semana Santa de Sevilla es una de las más antiguas, sorprendentes y reconocidas de España. El canto de saetas en el descanso de cada uno de los pasos es su símbolo de identificación. Más de 50 cofradías llevan todo un año de preparación y de reflexión para desfilar con la mayor seriedad y devoción por las calles de la capital andaluza.
La programación de cada uno de los itinerarios que las Hermandades recorren es muy ambiciosa. Los pasos que sin duda merecen la pena ver y que suelen tener el mayor número de espectadores son los que salen en 'la madrugá' del Jueves Santo: El paso del Silencio, el del Gran Poder, La Macarena, El Calvario, La Esperanza de Triana o Los Gitanos.
EL SENTIR MALAGUEÑO
Junto con la de Sevilla, la Semana Santa de Málaga es puro fervor. Cuenta con más de 500 años de historia y es considerada un auténtico espectáculo. Las calles de la ciudad de convierten en un escenario de arte al paso de cada una de las imágenes.
Entre las procesiones más destacadas 'el traslado' de las imágenes de Jesús Cautivo, el Lunes Santo, por la Cofradía de Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad desde su capilla a sus tronos procesionales ha llegado a alcanzar las treinta mil personas.
También destacan los acompañamientos militares en las procesiones de aquellas Cofradías con las que se encuentren vinculadas, como es el caso de La Legión con el Cristo de la Buena Muerte.
SILENCIO ATRONADOR EN CyL
La Semana Santa castellano-leonesa es sinónimo de pasión, fervor y sobre todo de silencio. Sin embargo, ese profundo silencio que caracteriza a las procesiones es interrumpido por el tronar de los tambores y las trompetas que les acompañan.
En Valladolid los grandes momentos de su Semana Santa son dos. El primero es el Sermón de las Siete Palabras que se celebra la mañana del Viernes Santo en la Plaza Mayor. El segundo se produce esa misma tarde, tras la entrada de la procesión de La Pasión en su templo, donde se canta la Salve Popular junto con todas las bandas de música interpretando el himno nacional.
En León destaca 'La Ronda', el momento en el que los hermanos de Jesús Nazareno anuncian la salida de 'La Procesión de los Pasos', a las 12 en punto de la noche del Jueves Santo. A golpe de esquila, clarín y tambor llegan a las 7:30 horas a la Plaza Mayor, lugar en el que las trece imágenes (o pasos) veneran el encuentro entre La Dolorosa y San Juan.
Esa misma noche, 'El Entierro de Genarín' es una de las procesiones más concurridas, insólitas y paganas por ser también conocida como 'La Procesión de los Borrachos'.
UNA CARGA PENITENCIARIA
En Extremadura, una de las tradiciones más sobrecogedoras tiene lugar en la procesión de 'los empalaos', que se celebra la madrugada del Jueves Santo en Valverde de la Vera (Cáceres). Los penitentes llevan sobre los hombros desnudos un timón de arado de madera, en función de cruz, mientras recorren descalzos las calles del pueblo al ritmo de tres virutas de arado.
Aprovechando la proximidad, puede acercarse hasta el Monasterio de Yuste. Tras la marcha de los Jerónimos es posible visitar los Claustros y la Sede de la Fundación Academia Europea de Yuste. Gestionado por Patrimonio Nacional, está abierto todos los días del año para poder disfrutar del entorno natural y del microclima que lo comprende.
CELEBRACIONES DIFERENTES
Hay ciudades en las que la Semana Santa han acuñado sus propias tradiciones.
En Viveiro (Lugo) se caracteriza por las figuras articuladas de algunos de sus pasos; en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja) los protagonistas son 'los picaos', Disciplinantes de la Cofradía de la Santa Veracruz de San Vicente que se auto flagelan y les pican con bolas de cera que llevan cristales incrustados; en Zaragoza, entremezclan jotas y saetas; y en Hellín (Albacete) destacan las tamboradas.
LORCA SE TIÑE DE BLANCO O AZUL
La Semana Santa de Lorca es fastuosa. También es conocida como la fiesta de 'Blancos y Azules' porque a pesar de que hay más cofradías, estas dos son las más importantes y destacadas por su rivalidad.
El punto álgido de una semana cargada de emociones tiene lugar la mañana del Viernes Santo, con las visitas a los templos de San Francisco (sede de los azules) y de Santo Domingo (sede de los blancos) para admirar los mantos bordados a mano en seda y oro.
Por la tarde, el gran desfile tiene lugar en 'La Carrera'. Lorca se convierte en un escenario sobre el que se representan hechos bíblicos-históricos con carrozas, jinetes, reyes y emperadores mientras los espectadores blancos y azules vitorean y ondean sus pañuelos en presencia de sus Vírgenes.
