MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) - "Siempre que se introducen superficies inicialmente no reactivas en la estratosfera, se producen reacciones que finalmente resultan en la destrucción del ozono, ya que están recubiertas con ácido sulfúrico", explica Keutsch. "En lugar de tratar de minimizar la reactividad del aerosol, queríamos un material que fuera altamente reactivo, pero de una manera que evitara la destrucción del ozono", relata. "La calcita es uno de los compuestos más comunes que se encuentran en la corteza terrestre -detalla Keith--. Las cantidades que se utilizarían en una aplicación de geoingeniería solar son pequeñas en comparación con lo que se encuentra en el polvo superficial". Los investigadores ya han comenzado a probar calcita en experimentos de laboratorio que imitan las condiciones estratosféricas.