El BCE ve los test de estrés como última oportunidad para la confianza

El BCE podría comenzar a supervisar a los bancos en otoño de 2014 si las autoridades europeas cumplen el calendario previsto

   FRANCFORT (ALEMANIA), 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Los próximos test de estrés que se llevarán a cabo a nivel europeo en el marco de un extenso examen de la situación de la banca europea representan la última oportunidad de recuperar la confianza en el sector bancario europeo, después de dos fallidos intentos anteriores, según el representante alemán en el directorio del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen.

   "Las dos pruebas de estrés anteriores fracasaron por diveras razones a la hora de restaurar la confianza en el sector bancario europeo. Esta será nuestra tercera y última oportunidad", declaró el banquero alemán en una conferencia.

   A este respecto, Asmussen subrayó la importancia de que la naciente unión bancaria europea reciba una aproximación correcta desde su origen, para lo que resulta necesario que antes de iniciar la supervisión conjunta de las entidades se conozca la situación de las mismas y cómo se llevará a cabo esta vigilancia.

   "Con la evaluación de los balances generamos transparencia para los inversores y eso es lo que se necesita para fortalecer de manera sostenible la confianza en el sector bancario", señaló al referirse a la fragmentación existente en el grado de confianza con el que los bancos europeos son percibidos por los mercados.

   Por otro lado, el banquero alemán apuntó que el BCE podría estar listo para realizar su nueva función de supervisor bancario si las autoridades europeas aprueban la semana que viene el proyecto de regulación, lo que supondría su entrada en vigor en otoño de 2014.

   "Si el Parlamento Europeo, tal como se mencionó, aprueba la semana próxima el borrador de ley para el supervisor bancario común, podríamos comenzar en otoño de 2014", indicó.

    A este respecto, Asmussen indicó que, cuando el proceso legislativo se haya completado, la institución comenzará a reclutar a los expertos y gestores necesarios, que cifró en torno a un millar de empleados, de los que unos 700 estarían directamente implicados de la supervisión bancaria.

   Asimismo, el banquero señaló la necesidad de, posteriormente, crear una base de datos con la información de todas las entidades de la eurozona, en función de la cual decidir qué bancos quedarían bajo la supervisión directa del BCE y cuales no.

   "Actualmente esperamos supervisar directamente unos 130 bancos con activos equivalentes al 85% del total de la eurozona", indicó el banquero germano.

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