MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Sociólogos y psicólogos han apreciado en los últimos años un aumento en las peleas conyugales por "asuntos verdes" como el cambio climático, ya que la mayoría de las personas "asocian la buena vida a tener una casa grande en las afueras, a tener un cuatro por cuatro, a volar a donde quiera que sea", pero para quienes no dudan de la veracidad del cambio climático producido por la actividad humana, "las opciones para la vida cotidiana son otras" y esto genera conflictos.
El profesor de Medio Ambiente y Sociología de la Universidad de Drexel, en Filadelfia, Estados Unidos, explicó que en su clase de doctorado "el índice de divorcios es del 50%". A su juicio, "a medida que los alumnos van avanzando en el programa, aumenta su nivel de conciencia sobre la problemática ambiental y como resultado, muchos empiezan a cambiar sus hábitos, lo que genera un conflicto dentro del matrimonio".
Según Bruller, las discusiones no se producen por discrepancias en cuanto al aumento del nivel de los mares o sobre si el Estado debe o no impulsar el desarrollo de energías limpias sino en "cosas tan básicas como si el calentamiento global es real o no".
"Si no te puedes poner de acuerdo con tu pareja en qué auto comprar, o si poner en la mesa comida procesada o producida localmente, temas que dentro de una familia son fundamentales", la pareja está en problemas, según dijo el experto a la BBC.
El psicólogo estadounidense Thomas Doherty, coincide en que "las parejas claramente están hablando más del tema", aunque para él esto no tiene que ser necesariamente un problema, pues "si se habla de una relación saludable, donde hay respeto y donde las necesidades emocionales de ambos están satisfechas, es muy probable que uno de los miembros de la pareja sea más flexible si el otro adopta una conducta verde, como por ejemplo la de reciclar".
Además, indica que "cuando una pareja tiene conciencia sobre el medio ambiente y puede compartir este interés, esto funciona también como un elemento que fortalece la relación", aunque reconoce el "potencial" que tienen estos temas para generar un conflicto, ya que las diferencias pueden ser "más serias" que las diferencias políticas.
Por su parte, la profesora de Sociología y Estudios Ambientales del Whitman College, en Washington, EE.UU., Kari Marie Norgaard, piensa que el género puede influir en la visión sobre el tema medioambiental, ya que, a su juicio, "las mujeres tienen una preocupación mayor por el medio ambiente que los hombres".
En este sentido, apuntó que, un estudio reciente sobre los diferentes grados de emisiones de CO2 de hombres y mujeres llevado a cabo en Alemania mostró que el estilo de vida que llevan las mujeres genera menos emisiones.
Además, señaló que hay una serie de investigaciones que muestran que debido a que las mujeres están más involucradas en la crianza de los niños, también tienden a tener mayor conciencia sobre los riesgos que los problemas ambientales pueden representar para ellos, como en el caso de los productos tóxicos o los pesticidas.
