Actualizado: martes, 21 mayo 2013 20:13

AMÁN, 21 May. (Reuters/EP) -

Las fuerzas del régimen que preside Bashar al Assad y los milicianos del grupo terrorista chií libanés Hezbolá han relanzado este martes, con el apoyo de la artillería y la aviación, la ofensiva destinada a expulsar a los rebeldes de la localidad de Qusair, situada junto a la frontera con Líbano, según han informado activistas opositores.

Las mismas fuentes han indicado que los combates se han intensificado en Qusair y al este de esta localidad, donde están ubicadas varias bases militares, así como los extremos meridional y occidental, controlados por los milicianos de Hezbolá.

El activista Tareq Murei ha explicado que las brigadas de combatientes rebeldes situadas al norte y al oeste de Qusair están intentando repeler los ataques gubernamentales, que han acabado con la vida de tres civiles, lo que supone que en las últimas 48 horas han muerto más de 100 no combatientes.

Los medios de comunicación oficiales sirios han informado de que las fuerzas gubernamentales han logrado retomar el control de la mayor parte de Qusari pero Murei ha insistido en que la ofensiva del Ejército y Hezbolá no ha sido eficaz.

Fuentes de la oposición han explicado que los rebeldes han estado preparando durante meses sus defensas con tácticas como la colocación de bombas trampas, minas y bombas de carretera para impedir el paso de vehículos de asalto y de los todoterrenos de Hezbolá.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha informado de que tres milicianos de Hezbolá han muerto por las heridas sufridas durante el bombardeo registrado en Qusair el pasado domingo, lo que sitúa el balance de bajas de Hezbolá en 31 combatientes fallecidos.

Fuentes de los servicios de seguridad libaneses han indicado que Hezbolá ha sufrido hasta el momento doce bajas. El partido milicia chií no ha informado sobre las bajas sufridas por sus milicianos.

El apoyo de Hezbolá a las fuerzas de Al Assad en la batalla de Qusair, el mayor respaldo que ha brindado hasta el momento a las fuerzas del régimen, ha provocado una alarma internacional ante el temor de que su implicación suponga la extensión del conflicto de Siria a Líbano. Estados Unidos ya ha pedido contención a todos los actores implicados en la guerra.

Integrada por localidades chiíes y suníes, la región de Qusair es uno de los principales puntos de la ruta de suministros de los rebeldes en la provincia de Homs. Las fuerzas de Al Assad, que pertenece a la minoritaria secta alauí y que siempre ha apoyado a Hezbolá en Líbano, llevan más de dos años luchando contra los rebeldes que intentan derrocar al régimen.

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