MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid tendrá concluido el proyecto del cierre de la carretera M-50, conocido técnicamente como construcción de la M-61, durante el próximo año 2010 para su posterior presentación, según explicó el director general de Carreteras del Gobierno regional, Borja Carabante.
Si bien precisó que no hay "novedades" y que todo sigue igual que cuando la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, anunció su intención de cerrar la vía, Carabante explicó que se trabaja para sacar el proyecto y presentarlo el próximo año.
Precisamente, destacó la "buena colaboración" con el Ministerio de Fomento, donde José Blanco es el máximo responsable y el que propició que el proyecto saliese adelante, tras el primer encuentro que mantuvo la Comunidad con el Gobierno central en este sentido.
Además, hace unos meses el Ministerio de Fomento retiró el recurso que presentó en su día ante el Tribunal Constitucional (TC) sobre el cierre de la vía y que mantenía paralizado el proyecto que la Comunidad de Madrid quería llevar a cabo en la vía para cerrar todo el anillo.
Esta decisión supuso que la Comunidad tenía vía libre para empezar a estudiar la manera de convocar los concursos. De hecho, Patrimonio Nacional daba su autorización para que el Ejecutivo autonómico comenzase a realizar todos los trabajos previos a la construcción de los túneles que suponen el cierre.
El Ministerio de Fomento en época de Magdalena Álvarez decidió recurrir ante el Tribunal Constitucional el proyecto de Esperanza Aguirre al considerar que no era de su competencia actuar en el trazado de una carretera estatal como es la M-50, que se construyó con el fin de unir dos carreteras de acceso a Madrid, la A-6 y la A-1.
Previamente, el Gobierno central ya había formulado un requerimiento de incompetencia a la Comunidad de Madrid en relación con las convocatorias de concursos de consultoría y asistencia de los proyectos de construcción y explotación de las obras. Sin embargo, la presidenta autonómica nunca llegó a contestar.
El proyecto de la vía del Gobierno regional consiste en el cierre norte de la M-50 con un presupuesto de 2.300 millones de euros y contempla la construcción de tres túneles a lo largo de 32,8 kilómetros, uno de los cuales pasará por debajo del Monte de El Pardo, con una longitud aproximada de 10,3 kilómetros.
Además de este subterráneo, el más polémico por la negación inicial del Gobierno central y de las asociaciones ecologistas, se construirán otros dos túneles que se situarán en la zona de San Sebastián de los Reyes conocida como la Dehesa Vieja, con una extensión de 2,4 kilómetros, y bajo la A-6, con 1,7 kilómetros.
El proyecto autonómico incluye un total de siete enlaces con diferentes carreteras de la zona, además de las conexiones con la Carretera de A Coruña (A-6) y la actual M-50, y hasta 49 puentes y viaductos. El plazo de ejecución se extenderá por tiempo de 42 meses, según estima el Gobierno regional.
Muchas organizaciones se oponen a este proyecto, pues consideran que va a generar problemas de salud para los vecinos de las zonas afectadas, como Las Rozas, San Sebastián de los Reyes o Alcobendas, y porque, además, supondrá un fuerte impacto medioambiental. También temen que los trabajos permitan a medio plazo un desarrollo urbanístico en zonas que hasta ahora estaban protegidas medioambientalmente.
