MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Congreso de los Diputados continúa hoy con un fuerte dispositivo de seguridad en sus alrededores dos semanas después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara su último paquete con recortes, aunque el control policial se ha relajado con respecto a la semana pasada.
Los accesos a las dependencias de la Cámara Baja continúan vallados, si bien, al contrario que en días anteriores, los policías nacionales apostados en las entradas sí permiten a los transeúntes pasear por la Carrera de San Jerónimo, por la que también se han podido ver coches.
Desde que el pasado día 11 Rajoy diera cuenta ante el Pleno de sus últimos ajustes, se registraron hasta dos concentraciones espontáneas enfrente de la conocida como Puerta de los Leones, lo que obligó a reforzar la seguridad en los aledaños del Congreso.
Así, se instaló un cordón vallado en la Carrera de San Jerónimo tanto por la entrada de la calle de Cedaceros como por el acceso desde la Plaza de Cánovas de Castillo (Neptuno), con el fin de sortear las protestas, especialmente de funcionarios, que sucedieron a las últimas medidas decididas por el Gobierno.
POSADA DEFIENDE EL DISPOSITIVO DE INTERIOR
Precisamente este martes el férreo control de seguridad que ha habido en el Congreso, que han criticado tanto el PSOE como la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) por "excesivo e innecesario", ha sido uno de los asuntos que se discutieron en la reunión de la Junta de Portavoces.
En esa cita, el presidente del Congreso, Jesús Posada, volvió a defender el dispositivo policial desplegado por el Ministerio del Interior en sus alrededores porque, según comentó a los grupos parlamentarios, es su obligación velar por la seguridad de la Cámara y que sus debates puedan "sin ningún tipo de presión y manifestaciones externas".
