Los españoles recurren cada vez más al consumo colaborativo para sus viajes

Consumo colaborativo
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 29 mayo 2013 17:09

MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -

Los españoles recurren cada vez más al consumo colaborativo a la hora de realizar sus viajes con el fin de optimizar costes, compartiendo vehículo, intercambiando alojamiento o comprando tiempo, entre otros servicios.

El "crecimiento exponencial" del consumo colaborativo y su auge entre los españoles se ha podido constatar en el evento 'El consumo colaborativo, una tendencia global', en el espacio Madrid Lab, en el que empresas como Airbnb, Etece.es, BlaBlaCar, Social Car o Ouishare confirmaron la expansión de la economía compartida entre los españoles.

La consejera delegada de Social Car, Mar Alarcón, destacó el "crecimiento exponencial" de la empresa dedicada al alquiler de vehículos en España, donde cuenta ya con más de 20.000 usuarios registrados y más de tres millones de vehículos.

Alarcón corroboró que la tendencia de recurrir al alquiler de vehículos entre los españoles para realizar viajes, principalmente por España, así como para acudir al trabajo o para fines de semana, con un alquiler medio de dos días.

En este sentido, el responsable de Airbnb en España y Portugal, Jeroen Merchiers, se refirió también a la moda del alquiler 'online' de viviendas, que suma adeptos interesados en buscar "nuevas experiencias" en sus viajes turísticos.

Así, Merchiers explicó que los turistas recurren a Airbnb, plataforma que ofrece 400.000 alojamientos de diferentes características en 198 países, para "conocer culturas, gentes y practicar inglés", y disfrutar de viajes "diferentes".

En concreto, citó que el 85% de los usuarios de Airbnb que visitan España son turistas internacionales, y es que "la gente busca experiencias únicas, como una isla o la gastronomía".

A este respecto se refirió al "cambio radical e imparable" del modelo de negocio al romperse el modelo tradicional frente al "peer-to-peer", a través del cual "todo el mundo puede ser consumidor y productor".

Además, los españoles han comenzado a "comprar tiempo" desde hace dos años, a través de la compañía Etece.es, que dispone de más de 400 'solucionadores' que realizan los servicios solicitados por los usuarios para contar con mayor tiempo disponible.

AHORRO DE TIEMPO Y DINERO.

El consejero delegado de Etece, Ramón Blanco, explicó a Europa Press que desde su nacimiento hace cinco años, se han conseguido ahorrar más de 5.000 horas, y que esperan alcanzar la cifra de 100.000 horas en los próximos meses.

La compañía española, presente actualmente en Madrid, Barcelona y Valencia, abrirá en julio en las ciudades de Sevilla y Málaga, y a lo largo del verano en Zaragoza y Bilbao, al tiempo que aumentará este año de 400 a 1.000 el número de 'solucionadores' en España.

De igual forma, el director general de BlablaCar para España y Portugal, Vicent Rosso, comentó sobre el crecimiento de la compañía, con más de tres millones de usuarios en Europa y 23 millones de asientos publicados, que los usuarios buscan "rentabilizar los asientos libres" en sus viajes compartiendo gastos.

Esta tendencia supone el ahorro de un tercio del coste del transporte de un mes al pasajero, lo que supone más de 1.000 euros al año, apuntó Rosso, que subrayó que con el servicio de Blablacar, que ha conseguido un ahorro anual de 250 millones de euros en toda la comunidad, los pasajeros "pueden encontrar un medio de viaje hasta tres veces más barato que otros transportes".

SUAVIZAR LA CRISIS.

Durante el encuentro de las principales empresas representantes del consumo colaborativo que operan en España, Merchiers opinó que esta economía compartida "no soluciona la crisis", pero sí "ayuda a suavizarla".

No obstante, explicó que la mayoría de los usuarios de Airbnb hace uso de estos servicios "independientemente de la economía2, sino por las vivencias y las nuevas experiencias que ofrece.

En este punto coincidió Rosso, que el hecho de compartir, una pieza "fundamental" en el consumo colaborativo, conlleva diferentes componentes sociales como el intercambio cultural que configuran "viajes sociales", y añaden valor al hecho de viajar a lugares únicos.

TRANSPARENCIA Y CONFIANZA.

El representante de Ouishare en España, Albert Cañigueral, explicó que a nivel industria, está teniendo lugar un el paso de una economía de producción a una economía de eficiencia, consistente en que "todo lo que hay circule" sin necesidad de producir más.

Asimismo, Cañigueral destacó que para aprovechar los recursos existentes a través del intercambio la confianza es una "pieza fundamental" sobre la que se basa el consumo colaborativo.

Preguntados por si este nuevo modelo económico perjudica a la economía nacional, Merchiers defendió lo contrario, que "estimula" la economía, y puso de ejemplo París, donde el sector hotelero ha conseguido una ocupación del 90% y el volumen "se mueve", ya que estos nuevos servicios son "complementarios" y hacen "un pastel más grande".

Este mismo punto fue defendido por Blabacar, que recordó además que con su servicio se reducen las emisiones de CO2, unas 700.000 toneladas desde el inicio de su actividad, ahorro energético y contribuye a menguar los atascos.

Así, todos coincidieron en que el consumo colaborativo "ha venido para quedarse" ante los cambios de hábitos de los consumidores, y que irá en aumento en los próximos meses.

MARCO LEGAL POR DEFINIR.

Por último, el responsable de Airbnb en España y Portugal, Jeroen Merchiers, respondió que la economía "va más rápido que la legislación", después de que un juez del estado de Nueva York (Estados Unidos) declarara ilegal la actividad de la compañía.

Merchiers indicó que su actividad dependerá de la evolución del marco legal, que en cualquier caso "se tiene que pulir un poco más", aunque avanzó que se encuentran en contacto con diferentes gobiernos regionales y nacionales para definir la legislación en torno a su actividad.

El juez de Nueva York dictaminó esta semana que esta la práctica de alquilar una habitación o un piso por unos días es ilegal al estar prohibido por ley el alquiler de cualquier vivienda por un periodo inferior a 29 días.