SEVILLA 14 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), el andaluz Andrés del Campo, renovará por tercera vez consecutiva la presidencia de la Comunidad Euromediterránea de Regantes (EIC) para los próximos cuatro años, con el fin de velar por los intereses de los regantes de todos los países miembros --Italia, Grecia, Francia, Portugal, España, Túnez, Marruecos y Egipto--.
Esta decisión, que se adoptó durante la Asamblea General de la Asociación en Auditorio de Congresos de Tarragona, contó con el apoyo "unánime" de todos los países miembros de la EIC, que a su vez designaron a Francia, Marruecos y Egipto para ocupar las vicepresidencias. Portugal, por su parte, será el país responsable de la tesorería en este periodo, mientras que los cargos de vocales recaerán sobre Grecia e Italia.
Con este nuevo nombramiento, Fenacore, miembro fundador de la EIC, representará ante la Administración Comunitaria y los gobiernos de los países miembros, las inquietudes de los agricultores mediterráneos con el fin de alcanzar soluciones consensuadas y beneficiosas con respecto a las últimas decisiones en materia de modernización de regadíos y política de aguas de la Unión Europea.
Los retos a los que tendrá que hacer frente la Comunidad Euromediterránea de Regantes durante el próximo mandato se centrarán, principalmente, en garantizar una aplicación "con sensatez" de la Directiva Marco de Aguas (DMA). En este sentido, Fenacore y la EIC manifestaron en reiteradas ocasiones su preocupación por la aplicación del artículo nueve relativo al principio de recuperación de los costes que contempla esta norma ya que podría poner en peligro el futuro de la agricultura, si se aplicase sin considerar sus excepcionalidades".
Según Andrés Del Campo, "todos los costes adicionales vinculados a la agricultura, como son los costes de amortización de las obras de modernización de regadíos e infraestructuras, costes medioambientales, energéticos, como por ejemplo el excesivo incremento del coste de la electricidad en España, deben poder ser asumibles por la propia actividad agrícola, ya que, de lo contrario, el regadío resultaría insostenible por falta de competitividad y supondría la desaparición de gran parte del regadío mediterráneo".
Así, uno de los retos que deberá encarar, sin duda, la Federación en estos cuatro años será precisamente el de garantizar la sostenibilidad de la agricultura mediterránea, que habrá de ser, por un lado, "competitiva", de manera que los costes de producción sean asumibles por el agricultor para que pueda vivir junto con su familia de esa actividad; y, por otro, "ecocompatible", de forma que utilice medios de producción respetuosos con el medio ambiente para que los bienes naturales que los agricultores utilizan -suelo y agua-, puedan seguir siendo utilizados por las generaciones venideras.
En este sentido, Fenacore promoverá la modernización de regadíos en los países de la cuenca del Mediterráneo, así como fomentar la implantación de nuevos regadíos en países en desarrollo, principalmente, en el sur del mediterráneo con el fin de garantizar la producción de cultivos que mitiguen los retos actuales de una población mundial creciente y además con problemas muy acusados de desnutrición -más de mil millones de personas-, principalmente de población infantil.
Asimismo, la Federación trabajará conjuntamente con los países de la EIC en fomentar la regulación de las cuencas en los países del entorno del mediterráneo, a través de la construcción sostenible de embalses y trasvases intercuencas que garanticen el suministro de agua en los periodos de sequía y amortigüen los impactos negativos de un posible cambio climático, con lluvias torrenciales y espaciadas en el tiempo.