La acusación en el triple crimen de Palomares recurrirá la absolución, "de película e insólita"

Europa Press Andalucía
Actualizado: miércoles, 22 mayo 2013 21:19

ALMERÍA 22 May. (EUROPA PRESS) -

El letrado de la familia de las víctimas del triple crimen de Palomares, en Almería, ha anunciado la interposición de recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) contra la absolución del autor de las muertes al considerar "de película e insólito" el veredicto de no culpabilidad emitido por el jurado popular, que ha considerado que J.A.Z.G. actuó en legítima defensa y bajo trastorno mental transitorio causado por un extremo dolor.

"Desde el respeto al pronunciamiento del tribunal de jurado, me he llevado una gran decepción tanto desde el punto de vista profesional como personal ya que, para mí, en casi 18 años de ejercicio, es el que más sorpresa me ha causado", ha indicado en declaraciones a Europa Press el abogado José Luis Alabarce, quien ha destacado que el "dolor y la indignación de los familiares es indescriptible".

Así, Alabarce ha trasladado que resulta "muy triste" que hayan "tenido que contemplar" cómo la persona "que se trasladó armado hasta la puerta de sus domicilios con un rifle cargado y otras 29 balas para matar a tres de sus familiares, hoy haya salido en libertad del tribunal". "Creo que es algo insólito que debería hacernos reflexionar", ha apuntillado.

Con respecto a la articulación del recurso de apelación, ha trasladado que "atacará" la apreciación de todas las circunstancias eximentes de la responsabilidad penal del acusado "por estar plenamente convencido que no concurrían en ningún caso y haberse tratado de un triple asesinato intencionado".

"No se puede explicar que por, legítima defensa, se dé muerte a dos personas que en el momento de ocurrir los hechos se encontraban indefensos y a una mujer, que, igualmente estaba desarmada, justificándolo en un trastorno mental fruto de una agresión previa y no se explica que habiendo estando afectado por ese trastorno en el que dice que no veía, no fallará ninguno de los dos disparos efectuados contra la mujer", ha añadido.

Alabarce ha criticado, asimismo, que a los familiares de las víctimas no se les haya "permitido" estar presentes en la vista oral, celebrada a puerta cerrada, lo que, a su juicio, les ha producido "una gran indefensión y desamparo". "Incluso --ha ahondado-- en la segunda sesión tuvieron que ver como los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad les invitan a esperar en la puerta del Palacio de Justicia mientras llovía y, en cambio, los familiares del acusado permanecían en el interior del edificio".

"Con experiencias como estas, debiera el legislador plantearse la derogación de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado y suprimir el enjuiciamiento de delitos tan graves por personas legas en derecho y que en muchos casos están llenas de prejuicios sociales", ha señalado para, a continuación, remarcar que, a su juicio, es "un acto de irresponsabilidad del legislador".

VEREDICTO

El jurado popular ha declarado a J.A.Z.G. no culpable de la muerte a tiros en julio de 2011 de un matrimonio y su hijo, de etnia gitana, en la barriada de Palomares, en Cuevas del Almanzora (Almería) al considerar que actuó en legítima defensa al disparar contra el padre y el hijo, y bajo un trastorno mental transitorio por extremo dolor cuando quitó la vida a la mujer debido al mordisco que recibió en un forcejeo previo y por el que sufrió amputación de parte de la nariz.

El veredicto, leído a puerta cerrada en la mañana de este miércoles, se ha adoptado por unanimidad de los miembros del tribunal de jurado, que sí ha considerado al acusado, quien enfrentaba penas que sumaban 48 años de prisión, culpable de un delito de tenencia ilícita de armas aunque ha aplicado la atenuante muy cualificada de confesión a las autoridades, según ha informado a Europa Press el abogado de la defensa, Martín de los Reyes.

En la primera sesión de la vista oral celebrada en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial a puerta cerrada, J.A.Z.G. declaró que sufría una situación de "amenazas" anteriores por parte de las víctimas así como por parte de familiares de las mismas, con las que previamente había mantenido conflictos e hizo alusión de manera continúa al "miedo" a la hora de explicar los porqué que disparó con una escopeta contra un matrimonio y el hijo del mismo, a los que causó la muerte.

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