Acusado de asesinar de dos tiros a su expareja en Vélez Rubio alega que "no sabía lo que hacía"

El fiscal subraya que actuó de modo "brutal y premeditado" y la defensa sostiene que estaba trastornado mentalmente

Europa Press Andalucía
Actualizado: lunes, 13 junio 2011 17:39

ALMERÍA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

El procesado por matar en 2009 a su excompañera sentimental con una escopeta de caza en el municipio de Vélez Rubio (Almería) ha asegurado que "no sabía lo que hacía" cuando disparó en hasta tres ocasiones contra ella si bien ha trasladado a los miembros del jurado que está "muy arrepentido" y que siente "pena por haberle quitado la vida a una persona joven con 45 años".

"No sé lo que me pasó cuando la vi, cogí la escopeta y me tiré" ha relatado Cándido M.L., de 60 años. La defensa alega que actuó bajo estado de "trastorno mental" ya que, ha sostenido, estaba "deprimido" por haber perdido su empleo como camionero y dos días antes de cometer el crimen había precisado ingreso hospitalario por "crisis de ansiedad".

A preguntas del fiscal durante la primera sesión de la vista oral celebrada este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, el acusado ha afirmado que, al darse "cuenta" de que "la había matado", volvió a su coche y "me fui al cuartel de la Guardia Civil, donde no había nadie, y luego al Ayuntamiento", donde confesó el asesinato a una funcionaria.

Según se recoge en el escrito de calificación fiscal, al que se adhiere la Abogacía del Estado, Cándido M.L. esperó con el arma "cargada" a la víctima, Isabel S.S., en una de las calles que ella solía tomar para ir al taller de costura en el que trabajaba "eliminado cualquier posibilidad de riesgo de defensa por su parte". Cuando la vio, salió del vehículo y le disparó a una distancia de un metro y medio. La bala impactó en el tercio superior del brazo izquierdo y le causó una herida de "riesgo vital".

Isabel S.S., "gritando despavorida" tal y como ha subrayado ante los miembros del jurado popular la abogada de la acusación particular que ejerce la hija de la víctima, comenzó a recorrer los alrededor de 80 metros que le separaban de su lugar de trabajo perseguida por el procesado, quien cayó al suelo y disparó una segunda vez sin llegar a alcanzarle tras lo que recargó el arma con nuevos cartuchos.

Una vez ella entró en el taller de costura, donde intentó refugiarse "entre las máquinas de coser" y aprovechando su estado, Cándido M.L. la apuntó al pecho a menos de un metro y le disparó una tercera vez, lo que le ocasionó la muerte por shock hipovolémico. Tanto fiscal como acusación particular califican los hechos como un delito de asesinato, en el primer caso con la agravante mixta de parentesco, e interesan penas de 18 y 20 años de prisión, respectivamente.

"PREPARACIÓN MINUCIOSA"

El fiscal ha resaltado, en su primer alegato ante el jurado, que el acusado preparó "de manera minuciosa" el crimen, que no padecía ninguna alteración mental que le "impidiese saber lo que estaba haciendo" y que, por el contrario, escogió un "medio brutal que hacía imposible la supervivencia de la víctima y el que pudiera defenderse a no dejarle ninguna posibilidad de escapar", además de haber dejado a la mujer "abandonada, desangrándose". Al hilo de esto, ha insistido en que no hay constancia de que haya recibido tratamiento por el trastorno que alega.

Por su parte, el letrado de la defensa, quien ha manifestado que no pretende "justificar ni por asomo la pérdida de una vida humana, ha pedido que se tengan en cuenta "los estados anímicos desencadenantes del falta desenlace" y ha alegado que concurrieron "circunstancias de índole psíquico que influyeron de manera decisiva" en la actuación de su patrocinado como el hecho de que llevara "dos noches sin dormir".

En esta misma línea, Cándido M.L. ha negado que estuviese esperando a Isabel S.S. en la mañana en que cometió el crimen. "Fue un momento en el que no sabía ni donde estaba. Si no me la hubiera encontrado, lo mismo me habría ido al campo y hubiera cogido una cuerda para ahorcarme". Ha rechazado, asimismo, que intentase retomar la relación una vez ella le puso término "porque me quedé en paro y ya no podía darle lo que ella necesitaba", al tiempo que ha asegurado que siempre lleva la escopeta de caza en su turismo, donde se hallaron además más de 40 cartuchos.

Fiscal y acusación particular, al igual que la Abogacía del Estado, consideran que el procesado asesinó con alevosía a Isabel S.S., quien sufrió dos heridas de bala, una de riesgo vital y la última mortal de necesidad. La defensa ha mostrado disconformidad parcial con estas calificaciones y considera que es autor de un delito de homicidio aunque solicita se le aplique la eximente completa de trastorno mental transitorio al "estar exento de responsabilidad criminal por una grave alteración psíquica".

La vista oral con tribunal de jurado, señalada en la Sección Tercera y presidida por la magistrada Társila Martínez, continuará este martes con la práctica de la prueba testifical. Esta fijada, además para los días 15, 16, 20, 21 y 22 del mes de junio mientras que está previsto que se entregue el objeto de veredicto al jurado el día 27.

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