Ávila cree que Tino Stone "va a poder seguir adelante" tras entrar en concurso de acreedores

El Consejero De Economía Andaluz, Antonio Ávila
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 14 marzo 2012 15:30

ALMERÍA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, ha mostrado este miércoles su convicción de que la decisión de la compañía de mármoles Tino Stone Group de entrar en concurso de acreedores, una medida que afecta a 159 trabajadores, "va a poder finalmente tener un resultado positivo para la empresa" ya que "muestra una voluntad de querer seguir".

En declaraciones a los periodistas tras asistir a un acto en el PITA, en Almería, el titular de Economía ha señalado que Tino Stone "es una de las grandes empresas de Almería y de Andalucía que ha sabido hacer bien las cosas en su sector, que ha sabido internacionalizarse más allá de lo que pueda ser una coyuntura en el sector de la construcción y en el sector de la vivienda que pueda verse afectada".

En esta línea, ha valorado su decisión de entrar en un concurso voluntario al haber "incurrido en alguna dificultad contable" lo que demuestra su "voluntad de querer seguir", sentido en el que ha afirmado que la Junta de Andalucía "echará una mano" en medida de sus posibilidades por lo que sus dirigentes van a estar "muy atentos" a la evolución de la compañía.

Tino Stone Group y sus filiales Tino Empresarial e Industrial y Tino Tiendas atribuyeron el concurso a la disminución de la actividad del sector de la construcción, de los márgenes comerciales, la morosidad de sus clientes y a la crisis financiera y bancaria, si bien también señala la "paralización" del Parque Industrial de Macael (Almería) y el Polígono de la Piedra de Loja (Granada).

En relación a estos proyectos y su proceso de inversión, Ávila ha indicado que en los últimos años "ha habido un proceso de reflexión sobre el ritmo de desarrollo" de los mismos tanto por razones "presupuestarias", que "no se han ocultado" al priorizar las políticas sociales; y por las propias demandas de las empresas que debían afrontar ciertas inversiones y que han preferido "ralentizarlas".