Archivo - Audiencia Provincial de Almería. - EUROPA PRESS - Archivo
ALMERÍA 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a un hombre por su participación en el desembarco de hasta 21 fardos con más de 663 kilos de hachís en la playa de Los Percheles del paraje natural Punta Entinas-Sabinar, en el término municipal de El Ejido (Almería), junto con otras personas que huyeron del lugar al detectar la presencia policial.
El tribunal de la Sección Segunda impone al acusado una pena de tres años y dos meses de prisión por estos hechos con el pago de dos multas de más de 1,2 millones de euros cada una, toda vez que acuerda su expulsión del territorio nacional durante nueve años una vez cumplida dos terceras partes de la pena, según consta en la sentencia consultada por Europa Press.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 10,45 horas del 27 de diciembre de 2024 cuando una embarcación tipo 'go fast' arribó a la playa con numerosos fardos que comenzaron a ser descargados e introducidos en distintos vehículos por las personas que aguardaban en la zona.
Los agentes se habían percatado a través del COS de la existencia de al menos dos embarcaciones que, tras detenerse un momento frente al castillo de Guardias Viejas, se dirigieron hacia el paraje natural, por lo que fueron seguidas por las patrullas.
La intervención policial provocó una dispersión de los participantes en la operación. Los propios agentes que intervinieron en el juicio señalaron que, ante su presencia, los participantes en el desembarco huyeron hacia las dunas toda vez que quienes estaban en las embarcaciones emprendieron la marcha mar adentro, sin que el Servicio Marítimo pudiera darles alcance.
De forma paralela, la Guardia Civil se incautó un total de 21 fardos que hallaron en la arena de la playa. Junto a dos fardos localizaron una chaqueta y unas llaves de un vehículo.
El rastreo posterior permitió localizar al sospechoso a unos 200 metros del punto de desembarco, oculto entre la maleza y con ropa rasgada, mojada y manchada de arena, unas tres horas después. Uno de los agentes aseguró que el acusado le dijo que "había participado" en el desembarco de la droga y que "no le habían pagado".
Según la versión que ofreció este agente, el acusado admitió ante él también que un camión se había ido de allí con unos 70 fardos y otro vehículo más, todo ello sin que fuera interpelado de alguna manera. Otro de los agentes admitió haber visto entre 10 y 15 personas en el momento en el que se produjo la irrupción en la zona.
Frente a estas manifestaciones, el acusado señaló en sala que no tenía nada que ver con ese desembarco, sino que se encontraba en la zona porque trabajaba en un invernadero que estaba a unos 50 metros del lugar, sentido en el que negó haber dicho nada a los agentes. Así, justificó que se encontraba oculto porque carecía de papeles y el dueño de la finca le había pedido que se fuera porque "había un control".
No obstante, el tribunal tuvo en cuenta la versión de los guardias civiles al considerar que el acusado les habría hecho sus manifestaciones de forma espontánea y sin haberle preguntado nada, de modo que dicha manifestación "puede y debe ser tenida en cuenta".