CÁDIZ, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
El buque de salvamento y rescate de la Armada Española, 'Neptuno', cuenta con un complejo hiperbárico de saturación móvil dotado con una campana de inmersión y cámara para descompresiones en superficie. Requisitos que expertos en la materia consideraron "imprescindibles" para que "buzos profesionales" puedan realizar una inmersión de gran profundidad, que les permitiría operar a cotas "incluso superiores a los 130 metros", donde se encuentra sumergido el 'Nuevo Pepita Aurora'.
Expertos en Medicina Subacuática consultados por Europa Press puntualizaron que la "compleja" labor que tendrían que realizar para el salvamento del pecio --naufragado el pasado día 5 a 24 millas de Barbate (Cádiz) cuando regresaba de faenar de Larache (Marruecos)-- requiere de un personal "con gran preparación, experimentado en operaciones de esta índole" y con una "cualificación y titulación específica para bucear a más de cien metros y respirar mezcla".
En este sentido, aclararon que existen tipos diferentes de buceo en los que "el hecho manual es parecido" pero la profundidad "cambia absolutamente y complica el hecho fisiológico y el tecnológico", porque a 70 metros el buzo respira aire que se le suministra desde la superficie a través de umbilicales y, a más de 100 metros, precisa de una mezcla de helio, oxígeno y nitrógeno que "cambia radicalmente el proceso de descompresión posterior".
La titulación para el buceo profesional de gran profundidad o saturación se mueve por cotas de inmersión, siendo la más común en España, "en torno al 95 por ciento de los casos", para cotas de entre 55 y 60 metros, existiendo "buzos capacitados en prácticamente toda la Bahía de Cádiz". En cambio, los buzos de saturación a más de 100 metros son más escasos, ya que "la mayoría se forma en el extranjero, principalmente en Francia, Italia e Inglaterra".
En las cotas en las que se encuentra el pesquero barbateño "no podemos bucear con aire normal" porque el nitrógeno del aire se vuelve tóxico para el organismo y tienen que crearse unas "mezclas de aire respirable" compuestas de nitrógeno, oxígeno y helio, en las que se va restando la concentración de nitrógeno e incorporando helio" para lograr un "equilibro" cuya proporción varía en función de la profundidad, con el fin de "evitar la narcosis y la intoxicación por nitrógeno".
El 'Nuevo Pepita Aurora' se encuentra a 134 metros de profundidad frente a Punta Camarinal y "existen precedentes de buceadores españoles de empresas civiles que, con tecnología extranjera, han trabajado en plataformas de Túnez o Libia a 190 metros de la superficie". En cualquier caso, el factor humano es "inútil" si no se apoya en unas condiciones tecnológicas.
Estos requisitos serían --en el supuesto del 'Nuevo Pepita Aurora'-- tener un barco en superficie dotado con un soporte para la mezcla de gases que se van suministrando por umbilicales, una campana de inmersión que lleva al buzo al lugar de trabajo y una cámara hiperbárica "dentro de la estructura del barco" para pasar el periodo de descompresión "en condiciones de seguridad".
EL NEPTUNO TIENE CÁMARA HIPERBÁRICA.
El buque de Salvamento y Rescate de la Armada, 'Neptuno' se encontraba en aguas de Trafalgar en el momento del naufragio. Cuenta con un robot Scorpion-03 de la empresa Perry Tritech con capacidad para operar a 800 metros que fue requerido para las labores de rescate del cerquero, hasta que sufrió una avería en su cámara que está siendo reparada en Cartagena.
Además, el A-20 'Neptuno', de la clase Amatista, cuenta con un complejo hiperbárico de saturación móvil de la empresa Comex-Pro, con dos cámaras hiperbáricas y una campana de inmersión que pesa siete toneladas y tiene capacidad para tres personas.
Las fuentes consultadas desconocen si el Centro de Buceo de la Armada cuenta con personal habituado a operaciones como el rescate del 'Nuevo Pepita Aurora' pero, al cuestionarlo, consideraron que el 'Neptuno' cuenta con todos los requisitos técnicos que sirven de base para una inmersión de estas características.
En este sentido, advirtieron que los buceadores de empresas civiles están más habituados a operaciones de estas características ya que "suelen participar en operaciones de rescate, en plataformas a gran profundidad y les llaman usualmente cuando hay que trabajar bajo el agua en casos de desgracia".
Finalmente, al plantearles la posibilidad de que pudiesen contratarse buceadores de una empresa civil que operase desde el 'Neptuno' para rescatar al 'Nuevo Pepita Aurora', no solo lo consideraron "factible" sino que aludieron a "precedentes" y citaron a Rusia, cuando en el año 2000 "contrató a buzos ingleses y noruegos para rescatar al submarino nuclear 'Krusk'", siniestrado a aguas cercanas al Círculo Polar Ártico.
