La Sala Rivadavia de la Diputación de Cádiz acoge la nueva exposición de Pablo Fernández-Pujol

CÁDIZ 8 May. (EUROPA PRESS) -

La Sala Rivadavia de la Diputación de Cádiz acoge desde este jueves y hasta el 7 de junio la nueva exposición de Pablo Fernández-Pujol como un territorio donde explorar los límites entre lo animal y lo humano donde el espectador podrá conectar con la parte más espiritual del ser humano a través de unos animales que son los absolutos protagonistas de 'BeShow', la nueva muestra que promueve la Fundación Provincial de Cultura.

La diputada de Cultura, Vanesa Beltrán, ha acompañado al propio autor en la presentación de esta exposición en un acto en el que también ha estado presente el cónsul de la República Argentina en Cádiz, Sergio Servin.

Según ha indicado la Diputación en una nota, Beltrán ha contextualizado la presencia de Fernández-Pujol en la Sala Rivadavia como parte del proyecto 'R de retorno', que dentro del programa de exposiciones de la Fundación Provincial de Cultura favorece la presencia de artistas que habían expuesto anteriormente en la Sala con la intención de ver cuál ha sido su evolución profesional. Concretamente, ha recordado que hace justo 12 años, el 9 de mayo de 2013, se clausuraba la muestra 'La parte salvaje' de este autor gaditano.

La diputada ha destacado el carácter multidisciplinar de la obra de Pablo Fernández-Pujol, que se puede comprobar en 'BeShow' con la presencia de acuarelas, esculturas o animación. Vanesa Beltrán ha explicado que Fernández-Pujol "es uno de los artistas más reconocidos y su larga trayectoria, así como la presencia de su obra en multitud de colecciones públicas y privadas, lo atestiguan".

Por su parte, Pablo Fernández-Pujol ha hablado de 'BeShow', una muestra que presenta desde la metáfora artística una selección de obras "que pretenden conectar con la parte más primitiva de la vida, centrando el foco de atención en la especie animal en detrimento de una raza humana cada vez más perdida, violenta y a la deriva".

El autor ha reivindicado el arte como "un trinchera frente a la época convulsa en la que vivimos, un arte que hay que conservar como el mayor tesoro de la raza humana".