Actualizado 23/09/2015 14:19

Benito Zambrano lamenta la muerte de Álvarez-Nóvoa, quien "unía un buen profesional con una buena persona"

SEVILLA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director Benito Zambrano ha lamentado este miércoles la muerte del actor Carlos Álvarez-Nóvoa, fallecido esta madrugada en Sevilla, en quien, ha dicho, "se unían un buen profesional con una buena persona". El actor asturiano obtuvo el Goya al mejor actor revelación por su papel en 'Solas', primera película del realizador sevillano.

En declaraciones a Europa Press, Zambrano ha señalado que la primera reflexión al conocer la muerte del actor ha sido que "antes del profesional queda lo buena persona que era", porque "lo primero que conocí fue lo lindo que era como persona, y lo claro que era; y luego, cuando trabajé con él, también supe lo buen profesional".

Además, Zambrano ha destacado también la "honestidad" del actor y explica que cuando le comunicó su personaje en 'Solas', pensado para "un sevillano bastante diferente a él, antipático, y que en el fondo era un hombre solo", él "tuvo la honestidad de decirme que no podía hacer ese personaje andaluz porque le iba a salir siempre falso pese a llevar muchos años viviendo en Sevilla".

"Le agradecía la sinceridad", continúa relatando Zambrano, quien afirma que entonces "no tenía muchas opciones" por lo quedaron en hacer "como una especia de casting". De este modo, el director cuenta que Álvarez-Nóvoa "cogió el texto, rescribió todo un monólogo que había dentro de la historia y se vino con su traje de catetillo a la prueba"; y cuando "se juntó con María Galiana fue maravilloso y funcionó", porque "él entendía muy bien el personaje".

"Toda la bondad que sale del personaje de 'Solas' es la bondad de Carlos, y todo lo que él le dio, no solo la verdad como actor sino la humanidad como personaje", lo que lo convierte en un personaje "inolvidable". "Todo esto para mí era Carlos como profesional y luego como amigo", añade Zambrano, que destaca que en Carlos Álvarez-Nóvoa "se unían un buen profesional con una buena persona".

Por último, el realizador sevillano resalta que en todo el tiempo que trabajó con el actor "nunca tuvo el más mínimo problema", ya que "siempre llegaba al rodaje cuando tenía que llegar, venía con sus tareas hechas, llegaba con su letrilla bien aprendida, porque era un buen profesional y amaba su profesión", concluye.