El Defensor tramita siete expedientes de queja relacionados con "posibles" agresiones visuales a BIC en 2009
SEVILLA, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha reclamado, según se recoge en su Informe Anual, instrumentos "eficaces" para evaluar la incidencia de una determinada actuación sobre los valores paisajísticos propios en un Bien de Interés Cultural (BIC), porque, apunta, hasta que no se produzca el desarrollo normativo del Convenio Europeo del Paisaje --aprobado en Florencia (Italia) en 2000 y ratificado por España en 2007-- "se seguirá careciendo de criterios válidos de evaluación" para la protección de dichos valores.
Así, y según señala este Informe consultado por Europa Press, resulta "muy difícil" trasladar los postulados proteccionistas contenidos en el Convenio a los supuestos concretos de paisajes culturales amenazados ya que "carecemos de criterios valorativos claros para determinar qué elementos paisajísticos son merecedores de especial protección y cuándo una actuación concreta atenta contra dichos valores paisajísticos". Además, apunta, "no disponemos de instrumentos jurídicos concretos para su efectiva protección".
En este sentido, y con el fin de promover un "rápido" desarrollo normativo del Convenio Europeo en el ámbito de la Comunidad andaluza, la institución ha iniciado una actuación de oficio --queja 09/5882-- para reunir información "suficiente" sobre las actuaciones desarrolladas o que esté previsto desarrollar por las distintas administraciones públicas de Andalucía cuyas competencias tienen relación con la protección del paisaje a fin de dar efectividad a este derecho.
Por tanto, mientras esto se produce, apunta el Informe, "se seguirá careciendo de criterios válidos para evaluar la incidencia de una actuación sobre los valores paisajísticos propios en un BIC, y de instrumentos eficaces para impedir que dichos valores puedan verse menoscabados". Por tal motivo, durante el 2009 se tramitaron un total de siete expedientes de queja relacionados con "posibles" agresiones de los valores perceptivos y visuales de los BIC, basándose "fundamentalmente" en los conceptos jurídicos de la delimitación de entorno y contaminación visual.
"IMPORTANCIA" DE SU VISIBILIDAD
En dicho Informe se explica que el "valor" cultural de un inmueble incluido dentro del Catálogo General del Patrimonio Histórico no viene dado sólo por los valores históricos o artísticos del propio Bien, sino que con frecuencia, dicho valor depende de lo que representa para la sociedad, es decir, "de la forma como los demás lo perciben".
Por ello, y teniendo en cuenta la "importancia" de su visibilidad, explica que el legislador cultural construyó conceptos jurídicos como 'entorno', para garantizar al BIC un perímetro de protección física en el que se limitase cualquier actuación que dificultase la percepción del BIC, o 'contaminación visual', para dotar de una herramienta que evitase las agresiones visuales, dos conceptos que se han revelado como "importantes" para salvaguarda de los valores culturales de un importante número de Bienes, evitando que se consuman "graves" atentados.
No obstante, continúa el Defensor, estos conceptos se han revelado como "insuficientes" para cubrir las posibilidades de afección negativa a los valores patrimoniales de un Bien debido a actuaciones que disminuyan sus valores perceptivos, debido a que estas figuras jurídicas quedan circunscritas a un perímetro físico estrictamente delimitado de 50 metros en suelo urbano y 200 metros en suelo urbanizable y no urbanizable.
De este modo, el problema surge en aquellos supuestos en que las actuaciones atentatorias se produzcan en territorios ubicados más allá del límite fronterizo marcado por su delimitación de entorno, ya que en los mismos "nuestro ordenamiento jurídico carece actualmente de instrumentos válidos y eficaces que permitan salvaguardar los Bienes de las amenazas que se ciernen sobre ellos", concluye.
