Actualizado 23/11/2015 13:41

Hallan más de un millar de piezas arqueológicas en el castillo de Beas

Estatuilla romana hallada en Beas de Segura
EUROPA PRESS/AYUNTAMIENTO DE BEAS

BEAS DE SEGURA (JAÉN), 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La primera campaña de excavaciones arqueológicas en el entorno del antiguo castillo de Beas de Segura ha finalizado arrojando más de un millar de fragmentos y piezas arqueológicas que ahora estudia y cataloga el Departamento de Historia Medieval de la Universidad de Jaén (UJA). Entre las piezas de más valor que se han localizado se encuentra una estatuilla romana, de unos 13 centímetros, que podría representar al Dios Baco, junto con una flauta de hueso andalusí del siglo XII-XIII con motivos geométricos incisos.

   Las catas arqueológicas se enmarcan dentro del 'Proyecto de Recuperación del Castillo y Fortaleza de la Villavieja de Beas', que a su vez está integrado en el Programa de Recuperación del Centro Histórico de Beas de Segura que el Ayuntamiento de Beas está llevando a cabo, apostando por la restauración integral del conjunto histórico como forma de poner en valor un nuevo recurso turístico.

   El director del proyecto, José Miguel Fernández, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que los trabajos se han desarrollado en varias zonas con el fin de obtener la secuencia de la ocupación histórica de Beas, donde han aparecido restos calcolíticos como una pequeña hacha datada en la Edad del Bronce.

   Fernández ha indicado que se trata de un área de actuación "muy extensa, de casi 2,5 hectáreas" y que se encuentra "bastante enmascarada" por las construcciones que se han ido sucediendo y que ocultaron el antiguo castillo fortaleza que "podría ser uno de los más grandes de toda la provincia". "Tenemos en nuestras manos un diamante en bruto que ahora hay que pulir y en ello estamos", ha indicado el director del proyecto.

   El proyecto es "ambicioso" en tanto que persigue recuperar los de la antigua fortaleza e incluso la puesta en marcha de un museo arqueológico propio donde exponer los restos hallados. De hecho, para la primavera de 2016 está previsto una segunda campaña de catas arqueológicas sobre el terreno para ir "avanzando poco a poco, pero sin pausa en este apasionante proyecto en el que estamos intentando involucrar a todo el municipio para que sean conscientes de la gran riqueza que atesora Beas de Segura".

   En primer lugar iniciaron las excavaciones en el Mirador de la Villa, existente al sur, entre el espacio que ocupaba el Castillo de Beas (en el que actualmente destaca la presencia del convento y Ermita de la Villa) y las Murallas de la Fortaleza de Villavieja. En este espacio se han realizado varios sondeos que han puesto de manifiesto la continua ocupación de la zona, con la presencia de material cerámico de época prehistórica, romana y sobre todo islámica y medieval cristiana.

   De época andalusí, y más concretamente de los siglos XI-XII, se ha encontrado parte de la antigua muralla, construida en tapial con un zócalo de mampostería y parte tallada sobre la toba, roca calcárea muy porosa característica de la zona. La muralla tiene una anchura de un metro y medio y una altura conservada de más de tres metros. Esta fortificación se construye sobre un cortado natural de roca que constituía por si solo un elemento defensivo imponente.

   Junto a los imponentes lienzos de muralla pertenecientes a la fortificación ha aparecido abundante material islámico. Entre ellos hay que destacar la presencia de parte de una flauta de hueso, de los siglos XII-XIII con decoración geométrica incisa. Es una pieza muy interesante, por su belleza y por su escasez, apenas se conocen una docena de ellas y solo tres, incluida la de Beas, con la rica decoración de la encontrada en Beas.

   Protegida por la Muralla, se encuentra una zona de silos excavados en la roca, que son áreas de almacenaje donde se guardaría el grano. Para comprobar exactamente qué tipo de cereal se cultivaba en esos momentos en la Villa de Beas se han recogido además muestras de tierra del interior de los silos que serán analizadas por el laboratorio de paleoambiente de la Universidad de Jaén. Precisamente, estos silos han aportado material cerámico almohade "muy interesante, entre ellos una jarrita de cerámica esmaltada de la que se conservan casi todas las piezas".

   Tras la conquista cristiana de la Villa de Beas en el siglo XIII por las tropas de Fernando III, la Orden de Santiago promueve reformas en la zona: por un lado se refuerza la muralla de tapial existente con una camisa exterior de mampostería, además de ampliar, probablemente, el recinto amurallado.

   En el lado norte, el lienzo de muralla presenta un mejor estado de conservación, aunque sus restos fueron aprovechados en el siglo XX como base y cimentación para las viviendas edificadas en el barrio de la Villa. Es en el patio de una de estas viviendas, adquirida por el Ayuntamiento, donde se ha ejecutado otra de las catas arqueológicas, junto a otro de esos abrigos naturales que pudieron utilizarse desde época prehistórica.

   Todos los restos están siendo estudiados en el Departamento de Historia Medieval de la UJA para su catalogación y posterior archivo en el Museo Arqueológico de la Provincia de Jaén donde permanecerán hasta que "tengamos nuestro propio museo para exponerlos". Será el informe que haga la UJA la que determine el valor y alcance del conjunto de restos hallados en el entorno de la antigua fortaleza de Beas.