Actualizado 09/10/2010 17:12

El director sevillano Paco Cabezas estrena en Sitges 'Carne de neón' y lleva las primeras risas al festival

SITGES (BARCELONA), 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El director sevillano Paco Cabezas y el actor Mario Casas, protagonista de 'Carne de neón', han sido los responsables de llevar las primeras risas al festival de cine fantástico de Sitges. La causa es una película tragicómica que gira entorno a las andanzas de unos proxenetas donde la violencia se mezcla con la comedia, en línea con el cine de Guy Ritchie, Quentin Tarantino o el primer Martin Scorsese.

En rueda de prensa, Cabezas ha justificado el carácter "sur-realista" de la cinta por su origen: "Yo es que soy de Sevilla, me he criado con gente así", ha bromeado. Esa gente son 'La canija', una prostituta yonki a la que da vida Macarena Gómez; 'La Infanta', (Dámaso Conde) un travesti que no sabe si operarse el pene; Angelito (Vicente Romero), un proxeneta de métodos muy rudimentarios, y 'El chino' (Darío Grandinetti), el gánster y malo oficial de la película.

Pero ante todo son Ricky (Casas) y Pura (Ángela Molina), los que soportan el peso de la trama. Ambos dan vida a un hijo callejero sin futuro y a una madre que le abandonó de niño y que ahora sale de la cárcel enferma de Alzheimer --o tsunami, como lo llama ella--. El argumento arranca cuando Ricky decide ofrecerle como regalo de bienvenida un puticlub, el Hiroshima.

"Empieza como una comedia, pero esos personajes luego empiezan a pasarlas putas y a sufrir", ha explicado el director, que ha remarcado que los actores son "el 99 por ciento de la película". "Para mí no interpretan, para mí son" ha dicho.

Los actores, por su parte, han agradecido la perfecta ambientación y el realismo de los decorados --el burdel es en realidad una antigua cárcel de mujeres--, y han recordado el buen ambiente durante el rodaje. "Nos reíamos tanto que había que cortar escenas porque las risas entraban", ha reconocido el director.

Ante la locura de los personajes, --"parecen de cómic", ha asegurado Casas--, el joven actor debe, en ocasiones, dar un toque de cordura a la historia. Y es que su relación con la madre es "el contrapunto", ha recordado el director, igual que la sensible historia de una inmigrante 'sin papeles' que llega en patera y se verá metida de lleno en los bajos fondos donde transitan el resto de personajes. A pesar de esos toques, la intención del director no fue en ningún caso hacer crítica social: "El drama social no lo entiende como género", ha dicho.

Su única intención era "contar una historia", y para ello ha tenido que esperar casi diez años, el tiempo que ha pasado desde que la ideó hasta que llegue a las pantallas. Para ello ha contado con la financiación de los productores de 'Celda 211', aunque el dinero para rodar 'Carne de Neón' se consiguió antes del espectacular éxito de la película sobre el motín carcelario.

Cabezas se ha mostrado satisfecho de que, igual que aquélla, su película sea un ejemplo de que algo está cambiando en el cine español. "Es un cine que te hace moverte de la butaca, y eso no es muy común verlo en la cinematografía nacional", ha remarcado.

Esta película, que bebe de las influencias de 'Traispotting' y 'El club de la lucha', llegará a las pantallas precedida por los primeros aplausos entusiastas que se han escuchado este año en Sitges. El director ya es un habitual del festival, donde presentó su ópera prima, 'Aparecidos', y 'Sexykiller', en la que participó como guionista.