Actualizado 20/08/2010 16:48

Las obras del Teatro Góngora acabarán en noviembre y su reapertura será en el primer trimestre de 2011

CÓRDOBA 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña (IU), ha informado de que las obras del Teatro Góngora acabarán el próximo día 12 de noviembre, fecha desde la que se comenzará con el equipamiento y dotación escénica, con un coste de 600.000 euros, por lo que estima que en el primer trimestre de 2011 pueda comenzar su actividad.

En declaraciones a los periodistas, Ocaña explicó que "la actuación se está desarrollando según el calendario previsto", cumpliendo así con el compromiso del gobierno municipal de incrementar los espacios de desarrollo de actividades culturales, ya que era un equipamiento "necesario y deseado" para complementar el contenido cultural del Gran Teatro.

El arquitecto responsable de la obra, Rafael de la Hoz, ya explicó en la presentación del proyecto que prevé recuperar la sala principal del Cine Góngora con capacidad para 675 personas y ubicar en la azotea del edificio una nueva sala para teatro contemporáneo, que tendrá un aforo para 350 personas, contará con un acceso independiente desde la planta baja y va a acoger representaciones durante todo el año.

La idea del arquitecto es rehabilitar la sala de la planta baja, dejarla como estaba y crear en la azotea un nuevo espacio, cubierto y polivalente.

El coste de la reforma es 3.800.000 euros y lo sufraga El Corte Inglés a cambio de la modificación que se hizo en el PGOU para permitirle hacer la reforma que pretenden ejecutar en su edificio de la calle Jesús y María.

LA AZOTEA

La azotea estará cubierta con una estructura metálica dorada que dejará pasar la luz. La propuesta se basa en la conversión de la azotea en una sala cubierta y cerrada, completamente diáfana, en la que poder desarrollar una gran variedad de espectáculos, eventos, actos, funciones, etc., con diferentes requerimientos, formatos y distribuciones.

La escena podrá ser montada según las necesidades en cualquier punto de la sala mediante tarimas modulares. Para ello, todo el espacio estará cubierto por una estructura tubular simple que permita la suspensión de todo tipo de elementos: focos, telas, altavoces, motores, etc. de apoyo a los espectáculos.

Para el público se han previsto cuatro graderíos retráctiles fijos, uno de diez filas y 160 butacas, dos laterales de 56 butacas cada uno y un cuarto al fondo con 80 butacas. Con la tribuna principal se ha pretendido cubrir una configuración frontal clásica con la mejor visibilidad posible, pudiendo alcanzarse (con la ayuda de 58 sillas) un aforo máximo de 218 localidades.

Los otros tres graderíos obedecen a posibilitar diferentes distribuciones del espacio en función del tipo de evento programado, el aforo previsto, la ambientación deseada, etc.

El acceso a la planta de cubiertas será a través de los dos ascensores ubicados en el hueco donde se alojaban los antiguos y se opta también por disponer de una escalera mecánica en dos tramos en disposición cruzada y con funcionamiento reversible.

En cuanto a la restauración de la sala existente, se hace tal y como es y su uso estará condicionado a las limitaciones que ofrece tanto el escenario como el volumen de la sala.

Se corresponde con el modelo clásico de la sala actual, es decir con un escenario permanente y el público distribuido frente a él en dos niveles, platea y anfiteatro, respetando las características fundamentales de la sala, mejorando su acabado y sus características acústicas.

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