Actualizado 07/01/2012 12:27

Plata anuncia que la primera fase de obras de 'El Cable Inglés' finalizará el próximo febrero

Imagen del Cable Inglés, en Almería
Foto: EP/JUNTA DE ANDALUCÍA

SEVILLA, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -  

   El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, ha anunciado, en una entrevista a Europa Press, que la primera fase de las obras de restauración del antiguo cargadero de mineral 'El Alquife', conocido popularmente como 'El Cable Inglés' de Almería, finalizará el próximo mes de febrero, mientras que ha expresado su intención de que la segunda fase comience en la mitad de 2012.

   Además, el titular de Cultura de la Junta ha recordado que esta actuación en dos fases --que se estima concluya en torno a 2004--supone una inversión de unos 18 millones de euros que aporta la Administración andaluza y el Ministerio de Fomento a través de 1 por ciento cultural, de modo que "espero y deseo que esto se mantenga en esos términos con el nuevo Gobierno", destaca Plata.

   La primera fase de ese proyecto, encargado al almeriense Ramón de Torres, tiene como objeto la rehabilitación y consolidación del monumento a través de trabajos de limpieza y protección de la estructura metálica, la reparación de elementos del muelle de carga, de refuerzo de la estructura existente y de revestimiento de los paramentos de las antiguas tolvas o depósitos de mineral.

   Esta infraestructura del patrimonio andaluz de principios del siglo XX dará tras su restauración --cuyas obras comenzaron en diciembre de 2010-- un total de 1.600 metros cuadrados destinados a uso cultural.

'MONUMENTO-MÁQUINA'

   El cargadero de mineral 'El Alquife' situado en la playa de las Almadrabillas de la capital fue declarado Bien de Interés Cultural el 28 de julio de 1998. Fue construido por la compañía británica 'The Alquife Mines' entre 1902 y 1904 y fue concebida para utilizarla como medio de transporte, almacenaje y embarque del mineral procedente de las minas de hierro por vía marítima. Su estructura permitía el atraque de buques de gran tonelaje, un sistema de almacenaje de mineral, que al encontrarse a gran altura, posibilitaba la descarga por la acción de la gravedad.

   Consta de dos partes bien diferenciadas que son el sistema de acceso y el muelle embarcadero propiamente dicho. El primero es un viaducto en el que se alternan tramos de estructura metálica y tramos de fábrica de piedra caliza y sobre el que discurre la vía férrea que permite el transporte del mineral hasta el cargadero desde la estación de ferrocarril a 540 metros, mediante una vía simple con rampa de prolongación de la línea.

   La línea de entrada o acceso al muelle contiene varias curvas exigidas por los límites de las propiedades de la compañía. Inmediatamente antes de entrar en el muelle, la vía principal se ramifica en otras cuatro trazadas a lo largo de dicho muelle al mismo nivel y paralelas entre sí.

   El embarcadero tiene una longitud de 108 metros y se construyó para permitir que los barcos se cargaran por gravedad a partir de las grandes tolvas replegadas en sus laterales. Esta constituido por una estructura de acero laminado muy tupida conseguida con piezas proporcionalmente muy ligeras de sección enlazadas mediante roblones según una disposición en celosía.