SEVILLA 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Andalucía cuenta con 279 alojamientos protegidos, un tipo de vivienda con unas características habitacionales intermedia entre la vivienda familiar y la residencia colectiva incluida en el Plan Concertado de Vivienda y Suelo para destinarlas a grupos sociales o generacionales específicos. A esta cifra, la consejera de Obras Públicas y Vivienda, Josefina Cruz Villalón, sumó 497 más que cuentan con financiación, de los cuales 222 ya se encuentran en ejecución, y 364 más que serán objeto de firma en la próxima comisión bilateral, a través de 12 convenios.
Cruz Villalón explicó en el Parlamento las características de esta figura de vivienda, cuyos recursos previstos por el Pan estatal y andaluz se cifran en 101.700.000 euros en concepto de subsidiaciones y 32.355.000 en concepto de subvenciones, con destino a tres modalidades de alojamientos protegidos.
Estos tres casos son los alojamientos protegidos para personas cuyos ingresos no alcancen los 2,5 Iprem, donde la renta mensual que han de abonar los residentes oscila en una horquilla entre 92 y 106 euros; es decir, entre 46 y 53 euros por persona; los alojamientos de Promoción Pública, que están destinados a personas con ingresos de hasta una vez el Iprem o con riesgo de exclusión social.
Las cantidades a abonar mensualmente oscilan entre 37 y 42,5 euros; 18,5 y 21 euros por persona. Éstos cuentan la particularidad de que pueden construirse sobre suelos calificados por el planeamiento urbanístico como de servicios, dotaciones o equipamientos, previa modificación de la tipología si fuese necesario. Y, en último lugar, los alojamientos protegidos para universitarios, con cantidades a abonar que se mueven entre 49 y 56,5 por persona.
La consejera añadió que del total de alojamientos protegidos contemplados en el Plan estatal, el 40 por ciento se han firmado con Andalucía, "lo que debe servir de indicador de la volunta de Andalucía por apostar por esta figura de alto contenido social".
Asimismo, puso de manifiesto que, después de algunas reservas iniciales por parte de algunos ayuntamientos y colectivos para la promoción de este tipo de alojamiento, "en estos momentos se empieza a valorar los aspectos positivos que tiene", si bien aclaró que "como toda nueva actuación requiere de cierto tiempo de maduración".