Innova.- Investigadores analizan la calidad del acogimiento familiar y el bienestar del menor

Actualizado: martes, 7 diciembre 2010 12:34

MÁLAGA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga (UMA)han iniciado un proyecto de excelencia con el que pretenden analizar la figura del acogimiento familiar, relacionando su calidad con el bienestar del menor, según indica en una nota, Andalucía Innova.

Para los expertos, dirigidos por la doctora María Jesús Fuentes Rebollo, se trata de una medida de protección que resulta necesario analizar para conocer el grado de bienestar y adaptación de los niños y niñas acogidos. "Especialmente interesante es analizar cómo se realizan actualmente las visitas que mantienen los menores acogidos con sus familias biológicas, con el fin de conocer en qué medida contribuyen al bienestar del niño y cumplen los diversos objetivos para los que han sido establecidas", subraya Fuentes.

El proyecto de excelencia 'Acogimiento con familia ajena: calidad de las visitas, relaciones familiares y bienestar infantil' ha sido dotado con 116.568 euros por la Junta de Andalucía.

La figura del Acogimiento Familiar en Andalucía, desarrollada a través del Decreto 282/2002 de 12 de noviembre, consiste en la convivencia en una familia acogedora de un niño o niña, que por distintos motivos no puede permanecer, temporal o permanentemente, con su familia biológica, evitando su estancia en centros de protección.

Así, recuerda que existen dos tipos, como son el acogimiento simple, que tendrá carácter transitorio, bien porque de la situación del menor se prevea su reinserción en su propia familia, bien en tanto se adopte una medida de protección de carácter más estable; y el acogimiento permanente, cuando la edad u otras circunstancias del menor y su familia así lo aconsejen, y que se promoverá cuando, no existiendo previsión de reinserción adecuada del menor en su familia biológica, las características y deseos personales del propio menor o las específicas circunstancias de su situación aconsejen su integración estable y duradera en otra familia, sin creación de vínculos de filiación entre ellos.

Tanto uno como otro se puede constituir en familia extensa o en familia ajena. La primera tiene preferencia sobre la segunda, siempre que cumpla los requisitos establecidos para ello y que no vaya en perjuicio del menor. Entre dichos requisitos están, que exista un vínculo afectivo entre los solicitantes y el menor o posibilidades de establecerlo; y que los solicitantes tengan capacidad de preservar al menor de las condiciones que generaron la situación de desamparo, así como que posean una adecuada aptitud educadora.

En este marco, Fuentes llama la atención sobre diversos puntos la relación afectiva que los menores establecen con los acogedores o el mantenimiento de los vínculos de apego con los familiares, la colaboración entre la familia biológica del niño y la de acogida, y el mantenimiento del contacto entre los menores y su familia biológica cuando éste contribuye a su bienestar.

Asimismo, entre los objetivos del estudio están el mantenimiento de los vínculos afectivos del niño con su familia y el establecimiento de una relación de confianza mutua y colaboración entre acogedores y padres para lograr el bienestar del niño. "Las visitas y contactos entre los niños y sus familiares constituyen un elemento esencial para mantener los vínculos de los niños con sus seres queridos y con su pasado, al tiempo que proporcionan a los profesionales responsables del seguimiento un excelente contexto para observar la evolución de las relaciones familiares y el cumplimiento de los objetivos del acogimiento", asegura la experta.

Sin embargo, advierte de que "con frecuencia esta relación es motivo de incertidumbre y desazón para los acogedores, especialmente en los casos en que estos consideran que alteran al niño, le influyen negativamente en su conducta, o dificultan su adaptación a la familia de acogida".

"Resulta necesario analizar cómo se realizan actualmente las visitas, con el fin de conocer en qué medida contribuyen al bienestar del niño y cumplen los diversos objetivos para los que han sido establecidas. Consideramos que un mayor conocimiento de las visitas redundará en un mejor desarrollo de éstas, al proporcionar al personal técnico estrategias y conocimientos aplicables a la práctica del acogimiento", prosigue.

El grupo malagueño analizará una serie de variables, consideradas predictoras en la calidad del acogimiento y de la relación con el menor, como la seguridad del apego con la madre, la regulación temperamental del niño, la relación afectiva del niño con los acogedores, el tipo de disciplina de los acogedores, la preparación de las visitas y la colaboración entre la familia biológica y la de acogida. Estas variables se pondrán en relación con los problemas de conducta actuales de los niños y niñas, la calidad de las visitas madre-hijo y la satisfacción con el acogimiento de madres, acogedores y técnicos.

Para ello, analizarán una muestra formada por 100 niños de cinco a 12 años en acogimiento con familia ajena (simple y permanente). Entre otros trabajos, se realizará un análisis de regresión para conocer qué variables predictoras de la historia de los menores y de la situación actual explican, por ejemplo, los problemas de conducta; la calidad de las visitas entre los menores y sus madres y la satisfacción con el acogimiento de las madres, los acogedores y los técnicos.

Para Fuentes, "las visitas de los padres a sus hijos cuando éstos se encuentran en acogimiento familiar se consideran un elemento esencial del bienestar psicológico de los menores".