CÓRDOBA 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El grupo 'Prinia' de la Universidad de Córdoba (UCO) ha realizado un estudio, a modo de revisión bibliográfica, con el propósito de establecer el marco teórico actual de conocimientos sobre los campos magnéticos y eléctricos de muy baja frecuencia (ELF), rango donde se encuadran las frecuencias de transporte de energía, 50-60 hertzios, así como explicar conceptos referentes a los mismos y de las fuentes que los generan, y determinar los efectos biológicos que producen en los seres humanos debido a su exposición.
En una nota, Andalucía Investiga indicó que un aspecto importante a resaltar, a la vista de este estudio, "es que se deberían consensuar los niveles máximos de exposición por encima de los cuales pueden provocar enfermedades a corto plazo".
Así, añadió que a intensidades muy elevadas de campo magnético se pueden producir efectos perjudiciales para la salud, según la bibliografía consultada, como pueden ser la modificación de ciertas actividades cerebrales debido a la inducción de corrientes, cambios en ciertos niveles hormonales, como la melatonina, o una modificación del ritmo cardíaco.
Este trabajo ha sido encargado por la Dirección General de Seguridad y Salud Laboral de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, dentro de la Acción 77 del Plan General de Prevención de Riesgos Laborales 2003-2008, al grupo 'Prinia' de la UCO.
En esta recopilación bibliográfica se han consultado los informes generados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Endesa Medioambiente, proyecto 'LEIA', Universidad de Extremadura y los estándares más importantes a nivel internacional, como son los generados Comisión Internacional de Protección contra Radiaciones No Ionizantes o por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos.
Además, se han tenido en cuenta los estudios de posibles enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, trastornos cardiovasculares, disfunciones reproductivas, trastornos en el desarrollo del cuerpo humano, y varios tipos de cáncer, tanto en adultos como en niños, y efectos a largo plazo.
A pesar de todo, aclaró que la mayoría de los trabajos realizados no sustentan que los campos ELF provoquen tales enfermedades. "La mayor evidencia, objeto de discusión actualmente, se ha encontrado respecto a la leucemia infantil en niños, y no de forma unánime", aseguraron los investigadores. Respecto a posibles efectos a largo plazo, como es el caso de la leucemia infantil, cuyo riesgo podría aumentar por encima de exposiciones continuadas de 0,3 o 0,4 microteslas (unidad de medida del campo electromagnético), se debe continuar investigando, según afirmaron los expertos.
VALORES RECOMENDADOS
En definitiva, el nivel de exposición máxima para las personas en general depende de la frecuencia que se esté considerando, y de la recomendación que se esté utilizando. En Europa se considera la recomendación de ICNIRP, y para 50 Hz (la frecuencia a la que funcionan los dispositivos eléctricos convencionales) es de 100 microteslas.
En cuanto a los niveles de exposición, la media geométrica del campo magnético en los hogares oscila entre 0,025 y 0,07 microteslas en Europa, y entre 0,055 y 0,11 microteslas en los Estados Unidos, según los estudios conocidos. Los valores medios de los campos eléctricos en el hogar son del orden de varias decenas de voltios por metro.
Este tipo de radiación a los campos electromagnéticos se puede encontrar en cualquier entorno urbano y se originan en el cableado eléctrico de cualquier dispositivo (fotocopiadoras, televisores, hornos de inducción, monitores de rayos catódicos, máquinas de afeitar eléctricas, calderas, planchas, lavadoras, estaciones y centros de transformación, trenes, tranvías, vehículos eléctricos), "no obstante, estar expuesto a ellos no significa que necesariamente exista un riesgo para la salud".
"Los 0,3-0,4 microteslas marcan el límite de debate sobre si una exposición continuada podría desencadenar alguna patología, y es el principal punto de investigación en la actualidad", explicó.