Acusado de atropellar a varias personas en calle Larios se arrepiente y pide perdón a las víctimas

Actualizado: martes, 25 mayo 2010 19:26

El fiscal mantiene la acusación por cinco delitos de asesinato en grado de tentativa, por los que le pide en total 40 años de cárcel

MÁLAGA, 25 May. (EUROPA PRESS) -

El acusado de atropellar a varias personas al irrumpir con su coche en la calle Larios, una vía peatonal del centro de Málaga, en agosto de 2008, pidió "perdón a las víctimas" en su derecho a la última palabra tras la celebración del juicio, que quedó hoy visto para sentencia. "Me arrepiento toda la vida", apostilló.

En el segundo y último día del juicio, celebrado en la Sección Primera de la Audiencia de Málaga, declararon hoy los afectados y los testigos de los hechos ocurridos, por los que el fiscal solicita un total de 40 años de cárcel al acusar a un ex guardia civil de cinco delitos de asesinato en grado de tentativa.

La mayoría de las víctimas coincidieron en que al ver el vehículo del acusado no les dio tiempo a reaccionar y en que el hombre "en ningún momento" frenó el coche. También relataron las secuelas del accidente, como la perdida de memoria, el tratamiento psicológico e, incluso, el "miedo" al escuchar algún ruido.

"Es como si algo viniera en busca mía", relató una de las víctimas. Además, la mayoría de las personas que declararon hoy coincidieron en que cuando el acusado volvía por el camino que ya había hecho en la calle Larios tuvieron que retirar a las victimas, porque podría haber vuelto a atropellarlas.

Los que pudieron ver al hombre señalaron que su actitud era "inexpresiva" e iba "muy fijo al volante". Así, una de las víctimas relató cómo el vehículo del acusado "vino con la intención de matarme" y añadió que cuando vio el coche "no teníamos escapatoria para donde tirar".

Asimismo, un testigo de los hechos dijo que cuando el acusado iba conduciendo por la calle peatonal se encontró con una señora en silla de ruedas, a la que, a su juicio, "no quiso atropellar", por lo que "pegó un volantazo" para esquivarla y arrolló a un matrimonio. "El matrimonio alemán no era el objetivo", apuntó.

DETENCIÓN

Un policía que estaba de permiso pero que ayudó a la detención del acusado explicó que vio al coche entrar en calle Larios, pero "no sospechó" en ese momento, ya que, hay una parte a la que se puede acceder con vehículos rodados. No obstante, luego vio cómo atropellaba a varias personas y se fue a socorrerlos.

Este testigo manifestó que el acusado "zigzagueaba" como "si quisiera pillar a la gente". "Sabía lo que estaba haciendo", sentenció, al tiempo que relató cómo fue tras el vehículo, se acercó a la ventanilla del conductor y le indicó que se bajara, a lo que el hombre se opuso.

También aseguró que al detenerlo tuvo "miedo", ya que el acusado hacía gestos "de coger algo". Otro de los testigos, que fue el que quitó las llaves del coche para que el acusado no huyera, aseguró en su declaración que en todo momento era como si el procesado "quisiera huir y zafarse".

Por su parte, otro agente de Policía, que se personó en el lugar de los hechos desde una zona cercana, aseguró que tras detener al hombre tuvo que protegerlo, ya que, la multitud que se encontraba en las inmediaciones de calle Larios "querían ajusticiarlo allí".

FISCAL

En sus conclusiones finales, el fiscal mantuvo la acusación por cinco delitos de asesinato en grado de tentativa, por los que le pide en total 40 años de prisión.

Así, explicó que existe un dolo directo, que es la "intención de matar y de hacer el máximo daño posible", ya que el propio acusado declaró que quería "hacer daño". Ante esto, el representante del ministerio público apuntó que este causal "incluye muerte, si tenemos la circunstancia en las que se produce".

No obstante, precisó que en un último caso podría existir un dolo eventual, ya que para realizar el acto "tenía que entrar a una calle peatonal, había maceteros que impedían el paso, personas confiadas en su seguridad y disponía de un medio para causar daño que era un vehículo a motor".

A su juicio, "había intención de hacer daño", es decir, "una aceptación del resultado de muerte en cualquier momento que se produzca". Asimismo, manifestó que el dolo eventual es compatible con la alevosía, con lo que mantuvo su calificación de asesinato y no homicidio.

En relación con la enfermedad mental del acusado, aseguró que tiene "las facultades del querer y del poder" e indicó que aunque el informe de uno de los psiquiatras que declaró diga que tiene una "percepción errónea de la realidad", eso no le impide elegir, añadiendo que "toda acción la lleva a un fin" y que "es totalmente libre de poder elegir y decidir en cuanto a lo que hace".

La abogada del acusado, Regina Gómez, cuestionó, por su parte, las declaraciones de ayer de algunos de los peritos, asegurando que "el único" informe "que no ha incurrido en contradicción" es el presentado por el hospital psiquiátrico penitenciario de Sevilla. Así, manifestó que es el único que "tiene cualificación suficiente para elaborar el informe", en detrimento de los otros profesionales.

En este sentido, la defensa indicó que el acusado tiene una enfermedad "perfectamente acreditada", que, en su opinión, "impide la alevosía".