MÁLAGA, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los dos hombres acusados de matar a otro, al que supuestamente golpearon "brutalmente" durante una hora y dieron 44 pinchazos con un cuchillo, han reconocido este lunes estos hechos ante el jurado popular encargado de su enjuiciamiento. Además, la Fiscalía de Málaga ha modificado su acusación inicial y les achaca ahora un delito de homicidio y no de asesinato.
Las defensas de los acusados se han adherido a esta modificación en virtud del acuerdo de conformidad alcanzado y que supone una rebaja de la pena solicitada inicialmente, que era de 20 años de prisión para cada uno. El juicio ha quedado pendiente de que este martes se entregue al jurado el objeto del veredicto tras declarar los procesados y practicarse la prueba necesaria.
Los acusados, ambos irlandeses, han admitido que un día de abril de 2010 fueron a la casa de la víctima en Benalmádena (Málaga), aunque no han dicho que fueran para "recriminarle el hecho de haber perdido cierto negocio ilícito que habían estado preparando los días previos", en concreto el transporte de una mercancía, lo que sí sostiene la acusación pública.
El ministerio fiscal ha mantenido que tras llamar al portero y abrirles la novia del hombre, los procesados entraron en el piso y comenzó una discusión, en el transcurso de la cual "le golpearon brutalmente durante aproximadamente una hora" por todo el cuerpo y también le pincharon con un cuchillo que cogieron en la cocina. Se fueron de la casa llevándose un móvil y la víctima falleció.
Los forenses han confirmado que la causa de la muerte fueron las lesiones que tenía en la cabeza, tanto contusiones hechas con "gran intensidad" como heridas incisas, y estiman que de las múltiples lesiones en todo el cuerpo, las más graves --las de la cabeza--, serían las últimas en haberse realizado. Otros peritos han ratificado el hallazgo de huellas y perfiles genéticos de los acusados.
Tras la práctica de la prueba, el fiscal ha entendido que no ha quedado acreditado que hubiera heridas realizadas al final que aumentara el sufrimiento, por lo que finalmente pide un veredicto de culpabilidad pero por un delito de homicidio y no de asesinato, con una rebaja de la pena solicitada inicialmente teniendo en cuenta el reconocimiento de los hechos.
Los acusados, en su derecho a la última palabra al finalizar el juicio, han pedido perdón a la familia de la víctima, que, según han dicho, era su amigo y al que no querían matar; y han asegurado sentir "mucho" haberlo hecho.
