MÁLAGA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La disciplina circense como base de actividades para trabajar con jóvenes pero también, como novedad, con la tercera edad, personas mayores con las que el proyecto Circo Social Málaga aborda el aspecto mental y físico pero también el social.
Trabajar la autoestima, la atención, la cohesión grupal, aprender a tolerar la frustración y mejorar las habilidades sociales y la memoria son algunos de los beneficios que aporta el circo tanto a mayores como a jóvenes, según ha indicado a Europa Press José Manuel Márquez.
Circo Social Málaga ha estado en la Escuela de Impacto Social de La Noria, dependiente de la Diputación de Málaga, de enero a junio de este año, periodo en el que ha recibido formación, asesoramiento y, además, ha sido distinguido con el premio al proyecto más original.
Su trabajo, para el que buscan financiación y que prevén llevar a cabo en geriátricos de la provincia, incluye metodologías circenses para mejoras cognitivas y motrices de personas mayores. La tercera edad tiene unas características físicas más limitadas pero, a la vez, moverse les viene "muy bien", así que organizan actividades circenses específicas que les ayudan y no son iguales a las convencionales.
El programa con mayores es de 15 sesiones de una hora, de periodicidad semanal y el objetivo es que los pacientes observen nuevas capacidades desconocidas, poco trabajadas u olvidadas. Para ello se emplea el teatro, la danza, los malabares y la música.
"Trabajamos la reminiscencia a través del recuerdo de historias personales, juegos populares, canciones e iconos culturales relacionados con el mundo del circo", ha indicado.
El trabajo con el circo surgió hace años de la mano de dos jóvenes, el propio José Manuel Márquez y Raquel Jurado, quienes forman parte de la Asociación Jarrón Club de Alhaurín de la Torre, conformada en 2011. Entre sus aficiones y las de otros miembros del colectivo estaba el circo, que comenzaron a practicar cada vez más.
La formación de varios miembros, psicólogos, les llevó a dirigirse hacia el ámbito más social de esta práctica por el potencial de desarrollo que tiene, así que comenzaron a interesarse y estudiar sobre otras iniciativas de circo social, más desarrollado en otros puntos de Europa e incluso en el Circo del Sol.
Poco a poco, ha continuado Márquez, vieron que muchas de las herramientas que se utilizaban ellos ya las empleaban "de manera intuitiva" y a partir de 2015-2016 comenzaron a aplicar esta disciplina con jóvenes de manera "más consciente".
Su estancia en la Escuela de Impacto Social les ha ayudado a mejorar su formación en otros ámbitos relacionados con su actividad y también para conocer cómo buscar financiación, dónde solicitar ayudas, etcétera, todo ello de la mano de mentores y otros profesionales de La Noria.
Los miembros de Jarrón Club desarrollan diversos proyectos, todos bajo el paraguas de Circo Social Málaga y con un "enorme potencial para aplicarlo en intervenciones sociales" con mayores y con jóvenes. Precisamente con este colectivo llevan años trabajando y, de hecho, participan en el programa Erasmus+.
Márquez ha apuntado que el circo social lo ha desarrollado el Circo del Sol a través de su parte más social, Cirque du Monde, que lleva más de 20 años ayudando mediante técnicas circenses a jóvenes de todo el mundo que están en situación de riesgo.
