MÁLAGA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a un hombre a 24 años y seis meses de prisión acusado de acabar con la vida de otro al que dio un disparo en la nuca tras quedar con él en una cafetería de la localidad malagueña de Marbella en marzo de 2017.
Así, según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, al hombre se le condena por un delito de asesinato con alevosía y precio, otro de tenencia ilícita de armas y otro de hurto.
Asimismo, deberá indemnizar a la pareja del fallecido y a cada uno de sus dos hijos en la cantidad de 100.000 euros a cada uno, lo que supone un total de 300.000 euros.
Según los hechos probados, el acusado y la víctima se concertaron para verse en una cafetería de Marbella, llegando el primero con antelación, junto a otro hombre que también conocía a la víctima pero que se fue antes de la cita. Ambos se fueron de la zona juntos en la moto.
Tras un breve recorrido, al ver la víctima, que conducía la moto, que algo pasaba, frenó y se agachó; momento en el que, el acusado aprovechó la postura de la víctima para sacar un arma tipo semiautomática "y, colocando el cañón en la nuca, le disparó a bocajarro". Asimismo, una vez ocurrieron los hechos sustrajo al fallecido una bolsa, tipo bandolera, que portaba con unos teléfonos móviles y dinero.
Así, se considera que fue un "ataque sorpresivo, sobre una persona por la espalda, de noche y desde el asiento trasero de la motocicleta, donde circulaban ambos", en un lugar apartado y utilizando un arma de fuego de potencia, disparando, además, "en la nuca desde escasos centímetros, asegurando el resultado de la acción, sin otorgar la más mínima defensa" al atacado y originándole la muerte.
Además, añaden que el autor realizó los actos por motivos económicos, "mediando por la acción una recompensa o precio a abonar por terceros no identificados". También constituye un delito de hurto dado que a la víctima se le sustrae, tomándolo contra su voluntad, unos objetos que portaba y quedándoselos el agresor.
El acusado negó este relato y mantuvo que estando con un amigo en dicha cafetería, contactó con él la víctima, a la que conoció en prisión en 2015 y con quien había intermediado en varias operaciones de compraventa de droga. Admitió que se marcharon juntos hasta un punto en el que fueron interceptados por un vehículo, del que salieron dos o tres personas. Tras esto, él huyó del lugar.
