MÁLAGA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Museo Carmen Thyssen Málaga, en el contexto de la exposición temporal 'La furia del color. Iturrino (1864-1924)', ofrece a través del curso monográfico 'Iturrino: diálogos con la modernidad', una nueva perspectiva sobre uno de los artistas más destacados de su colección permanente.
Francisco Iturrino (Santander, 1864-Cagnes-sur-Mer, Francia, 1924), es una figura clave en la introducción de la modernidad en España, según han manifestado desde la pinacoteca a través de un comunicado.
El curso, que dio comienzo el pasado 30 de octubre y finalizará el próximo 24 de noviembre, profundiza en aspectos centrales de la trayectoria del artista cántabro y sus coetáneos así como en las influencias internacionales que dieron al contexto artístico español nuevos aires de modernidad y vanguardia, para lo que se ha contado con los mayores expertos en su vida y obra.
El catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Elche Kosme de Barañano fue el encargado de inaugurar el curso con su conferencia 'Iturrino y sus círculos culturales', a la que siguió 'Visiones de la mujer en la plástica española de fin de siglo', por parte de la directora artística del museo y comisaria de la muestra, Lourdes Moreno, que realizó junto al historiador y museólogo Javier González de Durana una visita guiada a la exposición sobre Iturrino el pasado 8 de noviembre.
El curso monográfico continúa este martes con la conferencia 'Picasso e Iturrino, una mutua admiración', a cargo de la conservadora de la Colección del Museu Picasso de Barcelona, Malén Gual, en la que se profundizará en la relación personal de ambos artistas.
Desde el museo han explicado que Iturrino fue uno de los primeros españoles en París que Picasso conoció al llegar a la ciudad en octubre de 1900. Medio año más tarde compartieron exposición en la Galería de Ambroise Vollard, iniciando así una amistad que duraría hasta la muerte del pintor santanderino.
A pesar de la distancia estilística y la cada vez mayor lejanía física, ya que Picasso se instaló en París en 1904 e Iturrino regresó a España, supieron mantener su amistad epistolar a lo largo de toda su vida. En 1917 se reencontraron en Barcelona, donde compartieron homenajes y momentos de ocio. Al enfermar Iturrino en 1921, Picasso fue uno de los amigos que se mantuvo a su lado y le ayudó a recaudar fondos.
El próximo 20 de noviembre será el turno de Petra Joos, curator del Museo Guggenheim de Bilbao con su conferencia 'Francisco Iturrino: La búsqueda del Sur'. El curso finalizará con una visita guiada al Jardín Botánico-Histórico La Concepción dado la vinculación del pintor con este espacio y su relevancia en su trayectoria artística.
En 1913, tras el ingreso de su mujer en un sanatorio psiquiátrico en Mondragón, Iturrino se refugia en este lugar, invitado por sus propietarios, el industrial y mecenas bilbaíno Rafael Echevarría y su esposa Amalia Echevarrieta, para cuya familia había trabajado el padre del pintor. Echevarría había adquirido en 1911 la finca de La Concepción creada por los marqueses de Casa Loring, Jorge Loring y Amalia Heredia en el siglo XIX.
En esta estancia y otras posteriores realizadas hasta el año 1919, pintará numerosos cuadros del "exuberante jardín tropical, llenos de color, movimiento y vibrantes pinceladas", han señalado desde el Thyssen, apuntando que "son los años de plenitud del artista en los que definen su peculiar estilo. Las temáticas inspiradas por La Concepción pervivirán hasta el final de sus días".
Entre otros rincones, captaron el interés de Iturrino la fuente del Tritón, el estanque de la ninfa o la cascada, asuntos todos ellos que recogen algunos de los lienzos presentes en la exposición, dentro de la sección 'El pintor en su paraíso', que se ha dedicado en exclusiva a la relación del artista cántabro con Málaga.
