Forenses descartan heridas de defensa o lucha en cadáver del millonario muerto en Estepona

Juicio jurado a un joven eslovaca acusada de matar a su exnovio
EUROPA PRESS
Europa Press Andalucía
Actualizado: martes, 24 mayo 2016 17:16

MÁLAGA 24 May. (EUROPA PRESS) -

Los médicos forenses que realizaron la autopsia al cuerpo del ciudadano británico, encontrado muerto en abril de 2014 en su casa de Estepona (Málaga), hechos por los que un jurado popular juzga ahora a su exnovia, no hallaron evidencias de defensa o lucha en el cadáver y han señalado que si hubo un altercado no fue de entidad como para provocar heridas.

Así lo han asegurado en su declaración de este martes ante el jurado que juzga a la joven expareja del fallecido, una modelo eslovaca, que en el momento en el que los forenses han comenzado a explicar la autopsia y las imágenes de la misma ha tenido que salir de la sala durante un rato para calmarse por el estado nervioso en el que se encontraba.

Los expertos forenses han señalado que no detectaron ninguna herida de forcejeo o defensa en la víctima y que el cuerpo no presentaba ninguna lesión distinta a los tres disparos, el primero en el brazo, compatible con haberse producido en una escalera por la ubicación del impacto, y el segundo y el tercero en la cabeza y realizados a larga distancia, a partir de 90 centímetros o un metro.

El segundo disparo es compatible, han explicado, con que el hombre intentara huir y el último fue mortal y se produjo cuando el cuerpo estaba cayendo al suelo. Las lesiones que presentaba en la cara fueron producidas por una caída a plomo al suelo y los forenses no han podido determinar el tiempo transcurrido entre los disparos, pero sí que son secuenciales.

La acusada declaró este pasado lunes que el día de los hechos hubo una pelea en la casa, en la que él le golpeó y luego esgrimió un arma, que ella logró quitarle. "La cogí y se disparó. Yo estaba liberándome de sus manos, no quería hacerle daño", relató en su declaración, en la que no pudo precisar cómo se produjeron los otros dos disparos.

En esta sesión, ha vuelto a asegurar que "no le quería matar" y que no fue consciente de lo ocurrido. Ha afirmado que no supo dónde se quedó la pistola y que ella no la puso en la mano del fallecido, donde apareció, además de que no cerró la puerta cuando salió. Ha explicado que durante el viaje a Eslovaquia estuvo en contacto con un policía de ese país, donde se entregó voluntariamente.

LA TESTIGO

En esta sesión ha declarado como testigo la que en el momento de los hechos era novia del fallecido, con el que llevaba seis meses de relación. Ésta ha asegurado que cuando entró en la casa, la acusada estaba en pijama y ella decidió salir y quedarse fuera en el coche, desde donde escuchó una discusión y gritos entre la procesada y el hombre.

Él salió para tranquilizarla y para decirle que llamara a la Policía para que la mujer se fuera de allí, lo que no hizo, ha explicado, porque no tenía batería en el móvil y no podía cargarlo puesto que las llaves del coche se las llevó el hombre. Éste volvió a entrar y a los pocos minutos, según este relato, escuchó tres veces "un ruido raro", como si algo grande se cayera, pero no pensó en disparos.

Posteriormente, ha dicho, salió de la casa la acusada, ya vestida y con maletas y le dijo que el hombre le había dado permiso para llevarse el coche y, aunque no se lo creyó mucho, no se opuso a esto. "Me dijo, María por favor sal del coche", ha señalado. Al tiempo, pudo cargar el móvil en un enchufe en el jardín y llamó primero a la hermana del fallecido, luego a él y por último a la Policía.

A preguntas de la defensa de la acusada, que ha intentado poner de manifiesto contradicciones en la declaración de esta testigo con la prestada anteriormente, ha dicho que el hombre le dijo que en Inglaterra sí tenía armas, pero no en Málaga.

La Fiscalía solicita para la acusada 20 años de prisión por un delito de asesinato, considerando que hubo "un móvil pasional"; y otro de robo de uso de vehículo. La acusación particular, que representa a los familiares del fallecido, eleva la petición a 27 años de cárcel por los delitos de asesinato y de allanamiento de morada.

La defensa, por su parte, considera que existieron circunstancias que intervinieron en el resultado de los hechos, como la legítima defensa y miedo insuperable --arrebato--.

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