MÁLAGA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
La gerente del Carlos Haya de Málaga, María Ángeles Prieto, aseguró que el hospital no tiene constancia de que la familia de un enfermo de Estepona fallecido el pasado 4 de noviembre en este centro haya puesto una denuncia contra el subdirector del mismo; el jefe del servicio de Neurocirugía, y el del servicio de Radiología Vascular por "un presunto delito de omisión del deber de socorro y un presunto delito de homicidio imprudente". Además, defendió que la intervención llevada a cabo siguió un "procedimiento correcto".
En este sentido, la gerente aseguró a Europa Press que "cuando se produce un efecto adverso en el hospital, como este caso de fallecimiento, el centro revisa todo el historial y abre una investigación para esclarecer las causas. Por ello, estamos a disposición de que se nos solicite por parte de la Justicia".
"Somos los primeros interesados en que se garantice una función correcta. Al hospital, hasta el momento, lo que le consta es que el procedimiento fue el correcto, pero estamos a total disposición para que podamos aclarar el asunto", añadió.
FAMILIA DEL FALLECIDO.
Por su parte, el hijo del fallecido, David Valadez Guillén, comunicó que su padre estuvo ingresado "33 días en el hospital Carlos Haya sin que le realizaran la operación por la que fue trasladado desde el Comarcal Costa del Sol de Marbella, donde permaneció ingresado seis días y le diagnosticaron una fístula arteriovenosa dural occipital provocada por una trombosis".
Valadez concretó que durante los primeros 11 días de ingreso de su padre "no le hicieron ninguna prueba previa a la embolización que le debían realizar, e, incluso, lo llegaron a tener hasta en tres ocasiones en ayunas para después no hacerle nada porque no lo tenían en lista de espera".
Cuando, finalmente, se fijó la fecha para la embolización, según Valadez, "terminaron cancelando la intervención al darse cuenta en preanestesia de que no habían suspendido el tratamiento que estaba tomando con los ocho días de antelación que se debía a pesar de que estaban llevando un control diario del paciente".
El 17 de octubre se programó nuevamente la operación, pero los denunciantes aseguran que el paciente sufrió "una crisis epiléptica acompañada de un cuadro de infecciones hospitalarias, por lo que tuvo que ser ingresado en la UCI, donde murió a consecuencia de un derrame cerebral".
