Málaga.- Julián Muñoz dijo en su declaración que desde que se separó de Maite Zaldívar "nunca jamás" le entregó dinero

Destacó "el odio y deseo de venganza" que tiene su ex mujer contra él y dijo que Jesús Gil le facilitó dinero para comprar su primera casa

Europa Press Andalucía
Actualizado: martes, 17 abril 2007 16:49

MÁLAGA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ex alcalde de Marbella (Málaga) e imputado en la operación contra la corrupción urbanística en el Ayuntamiento, Julián Muñoz, afirmó en una segunda declaración realizada el pasado 1 de febrero, que desde que se separó de su ex mujer, Maite Zaldívar --también imputada y en libertad bajo fianza de 90.000 euros-- "nunca jamás" le ha entregado dinero, ni tampoco al hermano de ésta, Jesús Zaldívar, también imputado y en libertad bajo fianza de 50.000 euros.

Asimismo, el ex primer edil indicó en su declaración, que nunca ha guardado dinero en su domicilio mientras estuvo con Maite Zaldívar, y añadió que "vivía prácticamente al día", según la parte del sumario que ya no es secreta y a la que tuvo acceso Europa Press.

En este sentido, Muñoz destacó "el odio y deseo de venganza que tiene la que fue su esposa hacia él". Explicó que con posterioridad a su separación no ha tenido "ninguna intervención" con las sociedades Senior Servicios Generales de Madrid, Residuos Sólidos Urbanos, de la que era gerente y sociedad Value S.A.

Por otra parte, aseguró que llegó a Marbella sin patrimonio, y que la primera vivienda la adquirió gracias a un préstamo que le facilitó Jesús Gil y Gil de 13 millones, una cantidad que tardó en devolverle entre 8 y 10 años.

Según su declaración, esta casa no llegó a ocuparla, ya que la vendió para comprar otra, donde vivía de alquiler. Después compró un piso en la avenida Ricardo Soriano de Marbella "por 20 o 22 millones de pesetas, y todo ese dinero se lo prestó otra vez Jesús Gil en efectivo".

El ex edil compró también una casa en Azalea Beach, donde se limitó a subrogarse en la hipoteca que existía sobre la vivienda. Cuando comprobó que no podía hacer frente a la hipoteca, habló con Jesús Gil, quien le dijo que su sobrino estaba interesado en la vivienda, por lo que se la vendió.

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