MÁLAGA 2 May. (EUROPA PRESS) -
Las obras de restauración de la cubierta de la Catedral de Málaga están "prácticamente terminadas", a falta únicamente de aplicar un material para consolidar e impermeabilizar la superficie de ladrillo, según informó el aparejador de fábrica del templo mayor, Fernando Ramos. De este modo, se acaba con el problema de goteras y humedades de La Manquita.
Una vez dado "un par de manos de este material", lo que no requerirá más de una semana, se estará a la espera de la recepción de las obras por parte de las administraciones y entidades implicadas --el Ministerio de Cultura, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga y el Obispado--.
"Ya se están retirando, incluso, los andamios", manifestó a Europa Press el aparejador de fábrica de la Catedral, por lo que, como subrayó, "la ejecución material de la obra se puede dar por concluida, a la espera sólo de que las administraciones le den el visto bueno".
Ramos indicó que en la cubierta se puede ver un nuevo forro de ladrillo, con una configuración similar a la que había antes, pero, como apuntó, "con unas canaletas mucho más dirigidas a conducir el agua de lluvia y llevársela rápidamente de la cubierta".
Este forro, que se ha levantado unos 40 centímetros sobre las 23 bóvedas catedralicias para mejorar la ventilación y evitar las condensaciones, está formado por varias capas.
TRABAJOS
Los trabajos se han dividido en dos partes: una, la correspondiente al presbiterio, la girola y el crucero, comenzó en octubre de 2007, la ha ejecutado Hermanos Campano y es sufragada por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, que cubre la parte correspondiente al Obispado, mientras que la otra fue adjudicada en noviembre de ese año por el Gobierno central a Construcciones y Promociones Javier Dávila y empezó a primeros de 2008, consistiendo en la instalación del nuevo techo en la nave central y las laterales.
Con esta actuación, se solucionan los dos grandes problemas que padecía el techo de La Manquita: la falta de impermeabilidad frente a las lluvias y las condensaciones producidas al disiparse el vapor de agua. "La Catedral queda así protegida de la lluvia y ventilada, lo que evitará que haya filtraciones de agua", concluyó Ramos.