ALMERÍA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Almería ha aplaudido la "colaboración ciudadana en la adopción de conductas responsables y respetuosas con el medio ambiente" en la romería de Torregarcía, en Almería, para la que realizó un seguimiento especial de vigilancia y control al desarrollarse la misma en parte del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
En concreto, según ha explicado en una nota el Gobierno andaluz, se puso en marcha el dispositivo de defensa de las comunidades de Artal y de los ecosistemas litorales existentes en el entorno del paraje de Torregarcía con el objetivo de preservar este espacio de gran valor ecológico.
A los procesos de ordenación del tráfico y de limpieza tras la celebración, que prestan los servicios municipales, protección civil y los agentes de la autoridad, la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio sumó un dispositivo de vigilancia y control en el que participaron los agentes de Medio Ambiente y servicios del Infoca.
En dicho dispositivo participaron un total de seis agentes de Medio Ambiente y un camión autobomba del Infoca, que vigilaron el estacionamiento adecuado de los vehículos y el correcto manejo de las basuras sin que se arrojaran en el entorno. Además controlaron cualquier acción que pudiera ocasionar un incendio, el tránsito de personas por zonas acotadas al paso y se pusieron a disposición de los visitantes por si precisaban cualquier información.
La celebración tiene lugar en las zonas limítrofes a la Reserva Las Marinas-Amoladeras, del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, llanura costera en la que además de los ecosistemas litorales se suman los singulares artales o azufaifares, matorrales espinosos únicos en el continente europeo, que albergan una rica fauna y prestan importantes servicios ecosistémicos, constituyendo un extraordinario indicador de los procesos de cambio climático en zonas áridas.
Además, muy cerca se encuentra la estepa litoral catalogada como reserva integral de aves esteparias. El gran valor ecológico y paisajístico hace necesario controlar a los participantes para que respeten las zonas de reserva y evitar daños en uno de los ecosistemas más representativos del Parque Natural.
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