ALMERÍA 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
La halconera del Aeropuerto de Almería ha asistido a un nuevo nacimiento de un halcón peregrino, de forma que el aeródromo suma ya un total de 18 ejemplares de distintas aves rapaces que vuelan de forma diaria sobre media mañana con el fin de ahuyentar la avifauna que pueda estar en el entorno del recinto, con lo que se evitan que otros pájaros accedan al campo de vuelos y afecte a la operativa de los aviones.
Según han informado a Europa Press fuentes de AENA, el nuevo polluelo surge de la unión de los halcones Dulce y Pilates, que el pasado año ya concibieron de forma natural otros tres ejemplares, un "fenómeno bastante raro", según el aeródromo, dentro de la cría en cautividad de este tipo de aves, ya que su reproducción suele requerir la intervención del hombre, mediante el uso de técnicas de inseminación artificial.
Así, de los cuatro nuevos halcones, solo dos han permanecido en la halconera del Aeropuerto de Almería mientras que el resto han sido desplazados a otros puntos para cumplir distintos objetivos, ya que el control de las aves para el tráfico aéreo ha adquirido una especial relevancia en España, puesto que su situación geográfica, el clima y la diversidad paisajística del territorio dan soporte "a una de las avifaunas más ricas del continente".
La halconera del Aeropuerto de Almería echó a andar el 1 de febrero de 2009. Entonces, contaba con un plantel de 16 aves rapaces. Gestionada por cuatro expertos cetreros, entre esas aves predominan los halcones peregrinos, las águilas 'Harry' y los híbridos, mezcla de jerifalte con peregrino y sacre. Así, los cetreros recorren varias veces al día el aeropuerto para comprobar si hay presencia de aves en el entorno y se requiere la ejecución de algún vuelo por parte de sus aves rapaces. Esta tarea de supervisión también cuenta con la colaboración de la torre de control.
Los vuelos de las aves rapaces se programan de forma aleatoria, ya que si hubiera un horario preestablecido, perderían eficacia, detalla AENA. El uso de las técnicas de cetrería para el control de fauna comenzó a aplicarse en los aeropuertos comerciales hacia 1970, y el artífice de la idea fue Félix Rodríguez de la Fuente. Dichas técnicas han resultado ser "muy eficientes", con independencia del tipo de aves que frecuenta cada zona. Así, mientras en los aeropuertos costeros es muy común la presencia de gaviotas, en los del interior predominan las aves esteparias o de llanura y las cigüeñas.