GRANADA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Granada ha absuelto al subinspector de Policía Nacional que fue juzgado el pasado mes de abril por revelar secretos a narcotraficantes y ha condenado, por otra parte a otros cinco acusados a once meses de prisión por un delito de robo en grado de tentativa.
Entiende el tribunal de la Sección Segunda que Antonio M.L., que fue suspendido de sus funciones, sólo quebrantó la reserva policial, mediante "intercambios de información" para obtener "mejores réditos policiales" y no para procurar la impunidad de los procesados junto a él, de entre 25 y 47 años, "o para la actuación particular de éstos en sus ilícitas actividades".
Para los magistrados, "no hay elementos de juicio de los que deducir autoría alguna" del subinspector en el robo atribuido inicialmente o en la revelación, y "pese a los indicios con que se originaba la investigación", no hay otras "corroboraciones" que acrediten que era plenamente consciente, en los términos requeridos penalmente, de que se fuese acometer delito alguno, y, por lo tanto, no hay "prueba válida o eficaz" que desvirtúe su presunción de inocencia.
La Sala considera que Antonio M.L. no ha producido "daño" al servicio público ni a tercero alguno, pero no obstante señala que los hechos enjuiciados deben considerarse como una "posible infracción administrativa", a determinar según el reglamento disciplinario de los funcionarios públicos o del Cuerpo Nacional de Policía.
Así, la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, absuelve al procesado, representado por el letrado Luis Felipe Martínez de las Heras, de un delito continuado de revelación de secretos y de otros de robo con intimidación en grado de tentativa, por los que se enfrentaba a una condena de dos años y cinco meses de prisión. Los cinco juzgados junto a él sí han sido condenados a tentativa de robo a once meses de prisión cada uno de ellos, concurriendo en el caso atenuante por dilaciones indebidas y agravante de abuso de superioridad.
Los hechos se remontan a 2006, cuando el subinspector accedió "en numerosas ocasiones" a diversas bases de datos del Cuerpo Nacional de Policía utilizando su clave de acceso personal para obtener información sobre personas presuntamente involucradas en el tráfico de estupefacientes.
Estas consultas, según le acusaba inicialmente la Fiscalía, "carecían de motivación profesional", dado que no afectaban a la labor policial que entonces realizaba en el Grupo de Robo de Vehículos, y tenían como objetivo facilitar información acerca de un confidente, uno de los acusados, que junto a los otros planeó un robo que finalmente no llegó a producirse.
