CÓRDOBA, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha dictado una sentencia absolutoria para el hombre que estaba acusado de un delito de agresión sexual y robo violento con una navaja a una prostituta, en un descampado de la capital cordobesa.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes judiciales, después de que el tribunal considera que existen "serias dudas", de manera que "las pruebas no son concluyentes" y en este caso aplica el principio jurídico 'in dubio pro reo'. La Fiscalía y la acusación particular pedían para el procesado penas de once y 17 años de prisión, respectivamente.
En concreto, según ha adelantado la prensa provincial, la resolución señala que tras analizar la prueba practicada en el juicio la misma "arroja serias dudas sobre la efectiva comisión por parte del procesado de los delitos por los que había sido acusado".
En primer lugar, alude a que la declaración de la mujer "no ha resultado concluyente", dado que, aunque afirmó que fue forzada, la misma noche de los hechos manifestó al médico forense que "no había sufrido violencia alguna". Además, tampoco relató a la Policía que hubiera sufrido lesiones y "también son confusas" sus explicaciones sobre por qué acabó aceptando 50 euros cuando previamente habían pactado 70 euros.
Cabe destacar que en el acto del juicio, el hombre declaró ante el tribunal que no son verdad los hechos de los que se le acusa y que la relación estaba "consentida". Según recogía la calificación inicial de la Fiscalía, sobre las 3,00 horas del 2 de agosto de 2012, el procesado se encontraba en el polígono de La Torrecilla y se acercó a una mujer que ejercía la prostitución para requerir un servicio sexual a cambio de 50 euros.
Una vez entregado el dinero, acordaron desplazarse en el vehículo que en aquel momento conducía el acusado hasta un domicilio. Sin embargo, debido a que las llaves que llevaba no conseguían abrir la puerta, se trasladaron a un descampado cercano a una avenida, y dentro del vehículo la mujer comenzó sus servicios.
En un momento determinado, el acusado, "con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales, le agarró fuertemente del pelo, a la vez que le esgrimía una navaja", y supuestamente cometió la agresión sexual. Tras ello, el acusado salió del coche y mientras se fumaba un cigarro, la mujer huyó, "siendo perseguida por el acusado con la navaja en la mano y una vez le dio alcance le arrebató los 50 euros que previamente había pagado por el servicio", según detallaba el fiscal.
No obstante, la sentencia solo considera probado que entre ellos surgió una discusión, sin quedar claro si fue por el hecho de que el procesado se quitó el preservativo o por diferencias en la cantidad que debía abonar, marchándose acto seguido el acusado en su vehículo y dejando en la calle a la mujer, con la que había contactado en La Torrecilla.
