Varias personas se protegen del sol en una calle de Málaga. - Álex Zea - Europa Press
SEVILLA 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) ha celebrado una reunión de seguimiento para valorar la evolución de las temperaturas extremas y su impacto en la salud de la población durante las últimas semanas. En el encuentro se han compartido datos procedentes de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), del Instituto de Salud Carlos III, a través del sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) y del Ministerio de Sanidad correspondientes al periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025.
El sistema MoMo del Instituto de Salud Carlos III ha atribuido un total de 1.180 fallecimientos a las olas de calor en el periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025. En el caso de Andalucía, en ese mismo periodo, se han registrado 111 muertes atribuibles a las altas temperaturas, lo que equivale a un 9,4% del total nacional. Las cifras nacionales representan un aumento de más del 1.300% respecto al mismo periodo de 2024, en el que se registraron 70 muertes. Además, en la primera semana del mes de julio, los fallecimientos atribuibles al calor aumentaron un 47% respecto al global del mes de junio, lo que revela una tendencia ascendente en los impactos sobre la salud.
Los datos analizados constatan un episodio térmico de intensidad excepcional, caracterizado por un aumento sin precedentes en las temperaturas medias y un incremento notable de la mortalidad atribuible a las olas de calor. Según los registros de la Aemet, el mes de junio de 2025 ha alcanzado una temperatura media mensual de 23,6ºC, superando en 0,8ºC el anterior máximo histórico registrado en junio de 2017. Esta cifra también excede en 3,5ºC la media del periodo climático 1991-2020.
Además, las previsiones meteorológicas apuntan a que el mes de julio continuará con temperaturas por encima de la media histórica en la totalidad del territorio nacional, con una probabilidad estimada superior al 70%. Respecto al periodo analizado, se han registrado 76 niveles de riesgo rojo por calor extremo en distintas zonas del país, el nivel más alto dentro del sistema de vigilancia meteorológica por temperaturas. Esta cifra contrasta con los datos del mismo periodo de 2024, cuando no se activó ningún nivel rojo, lo que refleja un cambio sustancial en la severidad de las condiciones climáticas observadas este año. Los efectos sobre la salud han sido igualmente significativos.
El análisis del perfil demográfico de los fallecimientos indica que el 95,08% de las personas fallecidas tenía más de 65 años. Del total, el 59,24% eran mujeres. Esta distribución responde tanto a la mayor presencia de mujeres en las edades más avanzadas como a factores fisiológicos que inciden en una mayor vulnerabilidad a los efectos del calor. En cuanto a la distribución territorial de la mortalidad atribuible a las olas de calor, las comunidades autónomas más afectadas han sido Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria. Estas regiones, que históricamente han experimentado veranos de temperaturas moderadas, presentan actualmente un "incremento notable" en la vulnerabilidad climática.