Las zonas tardías, con cepas de la Sierra de Montilla o algunas parcelas de Moriles, dan "mejores resultados de los que se esperaban"
MONTILLA (CÓRDOBA), 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La campaña de recolección de uva en el marco de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, en la provincia cordobesa, se acerca a su cierre en unos días con unos 27 millones de kilos de uva recolectados, que suponen una merma en torno al 40 por ciento respecto a la vendimia de la temporada pasada.
Según los datos facilitados a Europa Press por el gerente del citado Consejo Regulador de Montilla-Moriles, Enrique Garrido, hasta el momento se han recolectado 26,9 millones de kilos de uva, el 98 por ciento de las cepas, y la previsión es que la presente vendimia concluya a finales de esta semana o principios de la próxima con una cifra superior a los 27 millones.
Así, explica que quedan por cerrar "unos seis o siete" lagares, "algunos en la Sierra de Montilla, otros en Moriles y en Montemayor, que aún no ha terminado", a lo que añade que "el tiempo está cambiando y ahora se prevén lluvias", por lo que supone que los agricultores "empezarán a darse prisa antes de que empiece el agua".
En cuanto a la merma del 40 por ciento, respecto a los datos del año pasado, el gerente valora que dicha cifra se haya "mejorado" dado que la previsión de merma hace unas semanas era del 50 por ciento, y ello se debe a que "las zonas tardías, como en la Sierra de Montilla o Moriles, que se han empezado a recoger en la última fase de la campaña, han dado unos resultados mejor de los que se esperaban".
La causa de la caída en la producción, según ha argumentado el responsable de la Denominación de Montilla-Moriles, hay que buscarla en varios factores, aunque la clave la ha marcado "la sequía, que ha sido bastante rigurosa en nuestra zona, junto con una época de amplios contrastes entre altas y bajas temperaturas y también de insolación, que han perjudicado a la floración de la planta, lo que ha tenido como consecuencia racimos más pequeños, lo cual ha repercutido directamente en la producción".
En contraposición, según subraya Garrido, "el grado de alcohol de las uvas está siendo medianamente aceptable", a lo que se suma que "la calidad y la sanidad de la uva son muy buenas", lo cual se debe, precisamente, a "las altas temperaturas" que han soportado las vides durante la pasada primavera, pues ello ha impedido el desarrollo de plagas. Es decir, no han prosperado hongos y otras enfermedades "que venían atacando en campañas anteriores".
